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Ocho personas, ocho rostros y ocho pares de manos que han dirigido el rumbo del empresariado vasco en los últimos 40 años. Esos siete hombres y una mujer han sido el destino de uno de los aplausos más intensos del acto con el que la ... patronal vasca, Confebask, está celebrando este lunes su 40 aniversario en el museo Guggenheim. Se trata de las personas que han presidido la entidad desde que en 1983, en plena reconversión industrial, iniciara su andadura con el impulso de los entonces Centro Mercantil de Bizkaia, Adegi y el Sindicato Empresarial Alavés (SEA).
Tras la intervención de la actual presidenta de la organización, Tamara Yagüe, y del líder de patronal CEOE, Antonio Garamendi, el primer hito de la celebración ha sido este reconocimiento en un auditorio con la presencia de más de 400 personalidades, el lehendakari Iñigo Urkullu y la presidencia del Rey Felipe VI.
Salvo el primero de los presidentes, José María Vizcaíno, que falleció en 2005, el resto (Baltasar Errazti, Román Knörr, Miguel Lazpiur, Miguel Ángel Lujua, Roberto Larrañaga, Eduardo Zubiaurre e Isabel Busto) han participado emocionados en el homenaje que Confebask ha dedicado también a las organizaciones territoriales vascas: Cebek, Adegi y SEA, presididas por Carolina Pérez de Toledo, Eduardo Junquera y Pascal Gómez, respectivamente.
En el ambiente, la resistencia al terrorismo y el recuerdo al presidente de la patronal guipuzcoana, Jose Mari Korta, asesinado por ETA en 2000, lo que ha dado una intensa carga emocional al momento. Y es que la cifra de víctimas es impresionante: 49 asesinados, 52 secuestrados y más de 10.000 extorsionados. Por ello, el propio Antonio Garamendi ha reclamado la necesidad de que «algunos pidan perdón».
Todo ello con un debe pendiente: el diálogo social. Y es que el hecho de que el País Vasco sea líder en España en conflictos laborales y convocatorias de huelgas ha sido también una cuestión a la que se han referido casi todos los expresidentes.
Los diferentes hitos de la historia económico y social de Euskadi se han recordado con un vídeo en el que los expresidentes de Confebask recordaban los mayores retos afrontados durante sus mandatos. En los años 80, la reconversión industrial de Euskadi o la alianza con la universidad y el desarrollo del primer convenio con la FP marcaron la andadura de la década al mando de José María Vizcaíno, que lideró la entrada de la organización en patronal nacional CEOE en 1988.
El siguiente episodio, el de los años 90, fue abordado por Baltasar Errazti (1993-1999). En medio de la crisis industrial que afectó a toda Europa y el reto macroeconómico de cumplir los parámetros para poder entrar en el euro. Errazti ha recordado que la «situación era tan complicada que el paro estaba en el 24% y en el 48% en el caso de los jóvenes». Se firmó el primer acuerdo por el empleo con los cuatro principales sindicatos vascos: ELA, LAB, CC OO y UGT.
Román Knörr (1999-2005) afrontó uno de los peores momentos de la amenaza terrorista cuando ETA recrudeció sus actuaciones tras la tregua de 1998, amplió su envío de cartas de extorsión y asesinó al presidente de Adegi, Jose Maria Korta, en 2000. El propio Knörr ha señalado en un vídeo proyectado en el evento que se marchó «con la sensación de cumplir un mandato importante y la sensación de hacer las cosas bien»
Entre 2005 y 2011 el testigo fue tomado por Miguel Lazpiur que afrontó el estallido de la crisis financiera e inmobiliaria de 2008. La prioridad fue buscar financiación para evitar el cierre de cientos de empresas. Fueron unos momentos en los que el papel de Elkargi, como sociedad de garantía recíproca, tomó fuerza en la concreción de planes de financiación alternativa. Lazpiaur ha reclamado «favorecer a las empresas porque es favorecer a la sociedad».
Miguel Ángel Lujua fue el quinto presidente de Confebask (2011-2015). Fue quien, desde esa posición, vivió el anuncio del final de la violencia de ETA, posiblemente el mayor daño que la economía vasca y su tejido social han sufrido en los últimos 50 años de su historia. Lujua, en su intervención ha fijado su mirada en la situación del diálogo social reconociendo que «el reto que no cumplí es tener un diálogo social con los cuatro sindicatos vascos».
Entre 2015 y 2019, Roberto Larrañaga estuvo al frente del empresariado vasco en unos años en los que los brotes verdes, tras la crisis de 2008, se convirtieron en troncos sólidos del bosque de la recuperación económica. Esa mejora permitió la firma del último acuerdo con todos los sindicatos. Fue el acuerdo interprofesional de 2017 con la participación de ELA, LAB, CC OO y UGT. Desde entonces, salvo la firma de convenios sectoriales, la tensión de las relaciones laborales ha marcado la mesa social con mayor o menor intensidad. Garamendi, que accedió a la dirección de la CEOE en 2018, también ha reclamado un cambio de actitud en los sindicatos vascos: «No es para estar orgullosos de que seamos líderes en huelgas».
Eduardo Zubiaurre asumió la presidencia de Confebask en 2019. Tuvo que afrontar la mayor caída del PIB en un año. La pandemia hundió en más de diez puntos la producción de la economía. El confinamiento, el desarrollo de los ERTEs y la búsqueda de financiación para permitir la continuidad de las empresas fueron la tensión constante de esos años.
Luego, la crisis de suministros, la energética y la guerra de Ucrania. Escenario que, a partir de 2022, le tocó gestionar a Isabel Busto. La primera mujer al frente de Confebask. Hoy lo hace Tamara Yagüe, que en su intervención ha reclamado el prestigio y el reconocimiento que necesita la figura del empresario.
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