Todos somos parte de la solución

El sector aeronáutico es uno de los grandes damnificados por esta crisis. El tráfico aéreo es prácticamente inexistente actualmente, poniendo en serias dificultades financieras a muchas compañías aéreas. Como consecuencia, nuestro sector espera una notable reducción de la demanda, cuya duración en el tiempo y futura recuperación todavía no podemos precisar, ya que dependerá de los plazos de la salida mundial de la crisis del coronavirus. Esta caída de actividad desgraciadamente enfrentará a problemas serios de supervivencia a muchas compañías de esta industria. En todo caso, esta situación de significativa reducción de la actividad nos pondrá en la obligación de asumir ciertos sacrificios, trabajar intensamente y poner en marcha acciones para garantizar la sostenibilidad en el tiempo de nuestras empresas.

Algo que ha puesto en valor esta crisis, es que es clave para un país disponer de tecnologías y capacidades de producción propias, de empresas competitivas y bien posicionadas en el mercado internacional. Las empresas del sector aeronáutico son contribuyentes de la economía nacional en términos de facturación, desarrollo de tecnología avanzada, empleo cualificado y transferencia a otros sectores. Nuestra obligación ahora es resistir, recuperarnos. Es necesario actuar sin dilación, con celeridad, eficiencia, flexibilidad, empeño e ilusión para superar un trance que nunca podíamos imaginar. Cuanto antes nos pongamos a trabajar en buscar soluciones, antes recuperaremos el bienestar, cifras de empleo y prosperidad que merecen ciudadanos y empresas.

Trabajando juntos, seguro, saldremos adelante y asentaremos las bases para poder afrontar con garantía el futuro, y recuperar la actividad anterior a la crisis en cuanto el mercado nos lo demande. El esfuerzo ha de ser colectivo. En esta tarea todos somos parte de la solución.