El paro cae en Euskadi al 8,9% en el tercer trimestre, la tasa más baja en once años

Es en la comparación con el tercer trimestre de 2019, la referencia prepandemia, donde mejor se observa esta realidad. Euskadi cuenta ahora con 92.700 parados, según el Eustat, una cifra muy inferior a los 101.300 de hace dos años. Pero el recorte es engañoso porque se ha logrado con una caída de población activa en 15.100 personas, que ha absorbido la pérdida de 6.500 puestos de trabajo en ese tiempo. Así, en la actualidad se contabilizan 953.600 ocupados cuando hace dos años sumaban 960.199. En consecuencia, aún queda terreno por reconquistar.

Si la comparación se hace con el tercer trimestre de 2020, la mejora es notable y no tiene puntos oscuros porque en este ejercicio se levantaron las restricciones tras el éxito de la campaña de vacunación, mientras que el año anterior la actividad económica, y especialmente servicios como la hostelería, seguían muy limitados para evitar los contagios. De esta forma, la ocupación creció un 3,6%, con 33.400 empleos más, y el número de parados bajó en 11.000, casi un 11%.

En su análisis, el Eustat pone el foco en la variación del tercer trimestre de este año respecto al segundo. En este periodo la ocupación aumentó en 9.300 personas y el recorte en el número de desempleados se elevó hasta los 15.900. La explicación de la diferencia reside, otra vez, en la pérdida de población activa: cerca de 6.600 personas abandonaron el mercado laboral.

Como es habitual en verano, el crecimiento del empleo vino de la mano de los servicios, con 8.600 ocupados más, seguido de la construcción (1.900) y el sector primario. En el otro extremo, la industria perdió 1.700 empleos, una destrucción de puestos de trabajo que probablemente esté ligada a los problemas de suministro en sectores como la automoción, por la escasez de chips, y también al alza de las materias primas y la electricidad. Ya en octubre se han producido paradas en grupos siderúrgicos como Sidenor y ArcelorMittal.

En relación a la formación, el mayor incremento en la ocupación se dio entre las personas con estudios secundarios y medios, mientras que el menor aumento correspondió a aquellos con estudios superiores. Otros aspecto a destacar es que crecieron más los ocupados con nacionalidad extranjera que los españoles: en concreto, 5.900 frente a 3.400. En cuanto al género, salieron más favorecidos los hombres que las mujeres.

La caída del paro fue generalizada, aunque benefició especialmente a los jóvenes, mientras que los mayores de 45 años se quedaron atrás. Por género, los hombres terminaron con una tasa de paro del 8,8%, muy similar al 8,9% de las mujeres.

Por territorios, la mayor reducción del paro se produjo en Álava, que acabó el tercer trimestre con un desempleo del 9,2%. Sin embargo, como Gipuzkoa contaba ya con mucha ventaja, mantiene la tasa más baja, un 7%, mientras que Bizkaia se encuentra en el 9,9%. El Eustat destaca que en seis de cada diez hogares, todas las personas activas están ocupadas.