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El verano es uno de los momentos del año, junto a la Navidad, en el que más aumenta el consumo y los datos demuestran que el dinero no ocupa lugar, al menos si no es en metálico. Desaparecen los voluminosos monederos para hacer la compra ... y se constata un cambio cultural que se aceleró con la pandemia. Euskadi no escapa a la invasión de los nuevos medios de pago virtual. Así se desprende de los datos de pagos con tarjeta del principal banco en cuota de mercado del País Vasco durante el pasado mes de julio.
46% de los pagos
son para adquirir alimentos y hacer las compras del hogar.
Las operaciones en las que se sacó la tarjeta, el móvil o el reloj inteligente para abonar gastos por parte de clientes de Kutxabank se ha disparado un 20% en solo dos años. Así lo reflejan los datos a los que ha tenido acceso EL CORREO correspondientes al mes pasado. Con el verano en marcha y muchos ciudadanos de vacaciones, esta vía se ha empleado en 7,3 millones de ocasiones hasta sumar un consumo total de 244,7 millones de euros.
Aun así, es complicado utilizar estas cifras para realizar un diagnóstico del patrón de consumo, que sigue siendo uno de los motores de la economía vasca, junto a los servicios, y gracias al buen comportamiento del empleo, que mantiene la tasa de paro por debajo del 8%. Y es que ahora muchos pagos que antes se hacían con monedas o billetes, como el pan, el periódico o un café, se afrontan ahora con tarjeta y eso provoca que disminuya el ticket medio de compra.
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El caso es que esos 7,3 millones de operaciones registradas en julio son un 10% más que las del mismo mes de 2023 y el 20% más que el de hace dos años. En cambio, el importe de esas compras crece en bastante menor proporción. Los 244,7 millones gastados en el primer mes del estío son solo un 4,6% más que en 2023 y un 7,8% más que hace dos años. El importe medio de compra se va reduciendo hasta los 33,3 euros, un 4,9% menos que hace un año y un 10,3% menos respecto a 2022.
Casi la mitad de las veces que un cliente de Kutxabank ha sacado la tarjeta, el móvil o el reloj para pagar -el 46,4%- ha sido para hacer compras en supermercados y a las que se dedicó el mes pasado un total de 103,5 millones de euros. El ocio y los restaurantes siguen creciendo y conquistan el segundo lugar en número de operaciones, una de cada cinco y por delante de las compras en tiendas de no alimentación y de repostajes en gasolineras. En julio se anotaron gastos en hostelería y ocio por 36,9 millones, mientras que en combustibles, la mitad, 18 millones.
Y es que es en el ocio, los viajes y el turismo donde más se han incrementado el número de pagos. Las operaciones son un 30% más que hace dos años con un total de 2,3 millones de abonos telemáticos. En cambio, en comer fuera de casa y en ocio es donde más se ha reducido el ticket medio de compra. Se queda en 20,6 euros, un 11,2% menos que el año pasado. El siguiente gasto que más reduce su importe es el turismo. En viajes y hoteles el pago medio en julio fue de 84,2 euros, un 9% menos que el año pasado. Aún así, sigue siendo el precio más elevado de todos los gastos.
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