Orona denuncia una «campaña de presión» de Mondragón a sus socios

La reacción de Orona llega 48 horas después de la de Ulma. Este último grupo fue más contundente y en su mensaje empleó palabras más gruesas al señalar que Mondragón realizó una «injerencia sin precedentes condicionando la voluntad de los socios» y recordó que «no aceptaremos que se ataque así contra nuestra capacidad de decisión». En cualquier caso, y a pesar de la menor intensidad en las palabras del comunicado de Orona, la situación es clarificadora de que las aguas de las riberas del río Deba andan más que revueltas y que el debate abierto en el seno de Mondragón, con un centenar de cooperativas y más de 80.000 trabajadores, es algo sin precedentes que está trasladando al escenario público un debate en un mundo, además, caracterizado por su discreción.

Es una de las consecuencias de la salida que se plantean Orona y Ulma, que suman el 50% del beneficio del área industrial de Mondragón, con 172 millones de euros. Orona, con 1.700 socios y una facturación de más de 800 millones, ha convocado para el 16 de diciembre, como también hizo Ulma, la Asamblea General de sus socios. Una cita, análoga a la junta general de accionistas de sociedad mercantil, en la que planteará su propuesta de «nuevo marco relacional» con Mondragón que permita «la potenciación de las diferentes experiencias cooperativas». Un planteamiento que Orona llevó a la comisión permanente de la corporación donde fue rechazado. Según explica Orona, «rompiendo los consensos de 2016».

En la comunicación se hacen públicos los contenidos de la asamblea, que pasan por seguir reivindicando los «principios fundacionales» y continuar con el «compromiso histórico promoviendo el entendimiento entre diferentes» dentro del espíritu cooperativo. Además, se analizarán los planes de futuro, que pasan por la estrategia Orona UE 2030 y que contemplan elevar las ventas hasta los 1.200 millones de euros, multiplicando por diez su monto actual, y contar con 5.700 trabajadores.

Hasta ese día, la dirección de Orona promoverá otras 40 sesiones informativas para explicar a sus 1.700 socios el nuevo proyecto de futuro que supone, 'de facto', la salida de Mondragón, aunque se mantendrán las aportaciones en Lagun Aro y la Universidad, así como el trabajo con proveedores como Laboral Kutxa. Estas explicaciones serán la segunda ronda, tras los encuentros mantenidos en la primera quincena de noviembre.

Mondragón celebró el pasado 15 de noviembre su congreso anual, al que no acudieron los compromisarios ni de Orona, ni de Ulma. Tras la sesión, el presidente, Iñigo Ucín, lamentó el planteamiento de las cooperativas del que dijo que «no beneficia a nadie». Esta semana, el lunes, la corporación envió una carta a todos los cooperativistas explicando su planteamiento de los hechos y explicando que la propuesta de Orona y Ulma llegaba fuera de plazo y forma.

Para estas cooperativas, nada más lejos de la realidad. De ahí que insistan en que desde abril trasladaron a los servicios centrales su deseo de compartir un «nuevo marco relacional para todas las cooperativas» que primara la independencia. Una propuesta que fue rechazada en junio, en una reunión formal de la comisión permanente de Mondragón. Desde entonces, las diferencias se han ido haciendo irreconciliables.