Tuneladora empleada en el otro cable de conexión con Francia a través de Pirineos E.C.

Las obras del cable de 400 km para conectar Francia por mar arrancarán en otoño

La faraónica obra, con un coste de 2.850 millones de euros, ha sido adjudicada a Hitachi y Vinci y generará pedidos en empresas vascas por valor de 400 millones

Viernes, 10 de marzo 2023, 14:27

Red Eléctrica y el operador eléctrico francés, Transport d'Électricité, han adjudicado ya las obras para el macro proyecto de la conexión eléctrica entre Francia y España que atraviesa el Golfo de Bizkaia uniendo la localidad vizcaína de Gatika y la gala de Cubnezais, al ... norte de Burdeos. Son 400 km de distancia que se cubrirán en una actuación faraónica que hará necesarios 1.600 km de cable y que tiene un coste de 2.850 millones de euros.

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Este viernes los dos operadores eléctricos han anunciado que la ingeniería, fabricación y construcción del tendido, que elevará en 2GW la conexión entre España y Francia, correrá a cargo de las empresas Hitachi y Vinci. Estas compañías, a su vez, generarán contrataciones en empresas vascas por unos 400 millones de euros. Una cartera de pedidos para el que importantes firmas de Euskadi como Ingeteam, Velatia o Arteche gozan de un gran posicionamiento, pero al que también llegarán constructoras y empresas de obra civil. La firma está prevista, según informa Red Eléctrica, para el mes de mayo y se prevé un arranque de las obras para después de este verano de 2023.

El cable que cubrirá una distancia de 400 km, de los que 300 serán a través del fondo marino se comprará a las compañías NKT Cables y Prysmian Powerlink, que deberán entregar hasta 1.600 km de tendido.

Se confirma, por lo tanto, el arranque de una infraestructura clave para el sistema energético español que, cuando las fuentes renovables no funcionan, encontraría en Francia un suministro eléctrico fundamental gracias a los reactores nucleares galos. La conexión elevaría la potencia actual de envío hasta los 5 GW. Este punto de dependencia español es el que ha argumentado Francia para justificar una mayor financiación por parte del sistema ibérico.

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Disputas por la financiación

Esta infraestructura había estado paralizada por las diferencias entre Francia y España para su financiación dado que se había encarecido sobre los presupuestos iniciales más de 1.000 millones. Un sobrecoste por el incremento de los precios de las materias primas y los cambios de trazado que se habían convertido en obstáculo insalvable. Y es que la posición del regulador francés defendía que el coste de la obra, tras la última revisión cifrado en esos 2.850 millones, se repartiera en un 62,5% para España y un 37,5% para Francia. Un desequilibrio por el que el órgano de Competencia en España -la CNMC- no estaba dispuesta a pasar por el encarecimiento que supondría para el sistema energético español.

El caso es que hace tan solo una semana el regulador español y su homólogo francés llegaron a un acuerdo. No ha pasado ni una semana desde que se firmara el acuerdo que reparte los costes en un 54% para España y un 46% para Francia, descontando los más de 800 millones de euros que financiará la Unión Europea. Solo siete días después, se anuncia la adjudicación de las obras.

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