Nuevas estrategias

La crisis de los microchips, el desabastecimiento de materias primas y el incremento de las tarifas energéticas, nos han hecho reaccionar muy rápido para poder ayudar a nuestros clientes a superar situaciones complejas que han convertido al 2021 en un año donde lo inesperado de la situación (incluida la pandemia) ha dejado claro que estamos en una industria necesaria y que es clave para la prosperidad de Euskadi y del resto del país.

En un momento en el que la producción de coches está en un grave retroceso, pese a que la demanda sigue siendo alta, necesitamos concentrarnos en dar una oportunidad al futuro tanto a corto como a medio o largo plazo. Se espera un año 2022 en el que la recuperación económica vendrá apoyada por las esperadas ayudas del PERTE del vehículo eléctrico y conectado, algo que sin duda cambiará las previsiones de la industria del automóvil de lo que queda de década. Pero será nuestra resiliencia, nuestro compromiso con la innovación y el medio ambiente, y la sabia combinación entre el capital público y privado, lo que sentará las bases de una industria en plena transformación que tiene que estar preparada para un nuevo paradigma.

En 2022 debe seguir la apuesta decidida por la industria, en general, y el automóvil en particular. Tanto el gobierno vasco como el gobierno central deben mantener un diálogo permanente con el sector y su cadena de valor para materializar oportunides en una realidad tangible, con empleos de calidad, innovación aplicada y progreso daeconómico para nuestra sociedad.