El lazo emocional de esta entidad con el mercado en el que opera es su factor diferencial. luis ángel gómez

La negociación con Banco Sabadell que nunca existió

Domingo, 27 de noviembre 2022, 01:58

Hace poco más de dos años, apenas sobrepasado el verano de 2020, el Banco Sabadell puso delante de Kutxabank una zanahoria tan apetitosa como peligrosa. Ha sido, hasta la fecha y que se sepa, la mayor tentación que han tenido que superar los órganos de ... gobierno del banco vasco para modificar de forma sustancial el esquema de propiedad, hasta ahora controlado por las fundaciones BBK, Kutxa y Vital. Esto es, para traspasar esa línea en la que se pone en riesgo el control y que el PNV y ahora las fundaciones no parecen dispuestas a cuestionar.

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Había ya un antecedente, en 2011, protagonizado también por el Banco Sabadell, cuando propuso una alianza a las entonces cajas de ahorros BBK y Kutxa. Ambas controlaban el 20% del Banco Guipuzcoano, entidad que Sabadell quería absorber y acabó comprando, y planteó una operación más ambiciosa. Una fusión que permitiese entonces al banco catalán dar un salto cuantitativo sustancial, además de asumir una posición de privilegio en el mercado financiero vasco. Aquello tampoco cuajó.

En relación al último intento, el de 2020, fuentes conocedoras de lo que sucedió entre bambalinas sostienen que «no pasó de ser una conversación, una propuesta genérica, que nunca se llegó a considerar en serio. No hubo negociación como tal -insisten-, porque desde Kutxabank no se llegó a considerar como una opción viable». Sabadell acababa de salir de un noviazgo fugaz que no cuajó en matrimonio -una negociación para ser absorbido por BBVA que fracasó-; sus acciones estaban hundidas en Bolsa y su filial en Reino Unido, TSB, reclamaba un saneamiento urgente.

¿Oliu presidente?

Pero también hay quien apunta que las conversaciones no prosperaron porque cundió el miedo a la pérdida de control, al desplazamiento del centro de decisión a Barcelona -sede operativa de la entidad finaciera catalana, pese a mantener su domicilio fiscal en Valencia-, cuando Sabadell esbozó una línea roja: Josep Oliu, presidente del Sabadell, consideraba innegociable retener la presidencia del banco resultante de la fusión.

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