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El gas natural está considerado como un elemento clave en la descarbonización de la sociedad. Algo así como una fuente de energía de transición entre los combustibles fósiles y las renovables, destinadas a ser el futuro centro del consumo energético mundial. Es mucho menos contaminante ... que el carbón y el petróleo. Pero no deja de ser un emisor, aunque en cantidades más pequeñas, de gases de efecto invernadero. Por eso las compañías del sector quieren introducir en el combustible que gestionan una mayor cuota de biometano. Es decir, gas renovable obtenido a partir de residuos: aguas residuales, desechos orgánicos (tanto urbanos como rurales), agroalimentarios, etc.
Ese proceso que, al fin y al cabo, consiste en hacer más sostenible desde el punto de vista medioambiental un combustible que no deja de tener un origen fósil, requiere de una actividad investigadora y de innovación como la que está llevando a cabo Nortegas. La antigua Naturgas -que adquirió su nuevo nombre después de que su accionista mayoritario, la portuguesa EDP la vendiera a varios fondos de inversión- acaba de ser galardonada con el Premio a la Innovación en la categoría de 'Gas y Renovables', concedido por la Internacional Gas Union (IGU).
El proyecto premiado consiste en una solución para la inyección de gas de origen renovable en la red de distribución de gas natural, y que se enmarca en el proyecto de I+D+I denominado Smart Green Gas. Según indica la compañía en una nota de prensa, ha resultado ganadora «tras competir en su categoría con otros 25 proyectos de innovación seleccionados previamente». Además, presume de ser «la única compañía española» premiada en este certamen.
La solución ideada por Nortegas permite, según explica la empresa, «de forma económica, inteligente y automática la inyección dosificada de este gas de origen renovable para su mezcla con el gas convencional, de manera que cumpla con la normativa de calidades exigidas para ser utilizado en las redes de distribución» de este combustible. Para ello ha desarrollado -en colaboración con Tecnalia- una herramienta de simulación que selecciona las tecnologías adecuadas para la inyección del biometano en Estaciones de Regulación de Medida. «De este modo, el sector del gas podrá contribuir al fomento de los objetivos de desarrollo sostenible propuestos por Naciones Unidas para 2030», explica.
Precisamente hace escasos días se celebraba en Madrid, el primer Foro Tecnológico sobre el Gas Renovable, organizado por la Fundación Gas Natural Fenosa. Una de las principales conclusiones a la que llegó el grupo de trabajo -formado por expertos del sector- fue que, con el biometano «cuyo impacto medioambiental es neutro», se reforzará «la capacidad para cumplir los objetivos de descarbonización y se podrá, asimismo, impulsar la economía circular». Además, el impulso de gas renovable «favorece el desarrollo de entornos rurales, ya que se basa fundamentalmente en la explotación de recursos agroalimentarios y promueve la cooperación local de los diversos agentes implicados (agricultores, ganaderos, empresas energéticas, ingenierías, administraciones públicas locales, tecnólogos, etc.)».
Los presentes destacaron el «indudable potencial» de España a la hora de implementar una solución ya asentada en muchas zonas de Europa, donde se contabilizan más de 18.000 plantas de biometano. Alemania, Reino Unido, Suecia o Dinamarca son países referentes en esta materia.
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