La mujer busca su espacio en la industria

La propia cita industrial, que se desarrolla hasta el viernes, sirve de escaparate a esta realidad. «Hay cada vez más mujeres en sectores como el diseño o la organización, pero son minoritarias en mecánica, electrónica... En general, solemos ver que no hay tantas mujeres llamando a nuestras puertas», detalló la responsable de captación y retención de talento en Fagor Automation, Oihane Aizpurua.

Lo hizo en un espacio dirigido a captar talento, el Workinn Talent Hubb, donde Lanbide tiene un lugar relevante que recoge más de 200 ofertas de empleo. Desde allí, Marta Cobo recordó que cuentan con programas específicos para impulsar la contratación y formación de mujeres en sectores masculinizados, como Morrokotudak (un apodo que homenajea a las trabajadoras que lavaban el mineral extraído en las minas el pasado siglo). «La realidad es que se acercan más hombres al sector del metal, pero somos un servicio de empleo y en realidad no nos suele llegar tanta gente de este ámbito», razonó, recordando que en la industria la mano de obra suele estar cotizada.

Con todo, en la BIEMH los currículos circulan en ambos sentidos. La vizcaína Isabel Martínez 'movía' ayer el suyo. «Acabo de completar un curso de profesionalidad en actividades auxiliares de almacén, haciendo prácticas con carretillas, para reinventarme, porque tengo más de 50 años, pero vaya donde vaya no hacen más que pedirme experiencia», lamentó la mujer, que se confesó dispuesta a recorrer toda la feria en busca de una oportunidad. «Mientras no encuentre nada voy a seguir moviéndome», aseguró.

«El coste de oportunidad de la desigualdad de género no podemos permitírnoslo. La falta de mujeres en la industria es ineficiente y las empresas deben maximizar resultados», subrayó la viceconsejera en la feria Women in Industry, donde también alertó sobre «indicadores reales de lo que le ocurre a la mujer en el mercado de trabajo», como la brecha salarial. En Euskadi se mantiene en el 16,88% -en España es del 18,36%-, aunque las cifras serán actualizadas este mes. «No es un dato más. Resume nuestra habitual posición en el mundo de la empresa», se dolió en un encuentro que abordó cuestiones como los 'currículums ciegos' (que ocultan la edad, el género y la nacionalidad) o el techo de cristal que recoge 90 mujeres en puestos de dirección por cada 339 hombres.

Lo cierto es que esta realidad preocupa y lo hace en muchos ámbitos. El decano del Colegio de Ingenieros Industriales en Bizkaia, Txema Villate, señaló que cuentan con 2.700 colegiados de los que ni 300 son mujeres. «No llega al 12% y su número va descendiendo en las escuelas de ingeniería. Eso nos preocupa», lamentó.

A pie de feria había personas más optimistas. Un grupo de jóvenes de la Fórmula Student Bizkaia -el proyecto en el que los estudiantes de ingeniería construyen un monoplaza con el que compiten a nivel internacional- defienden que «cada vez se ven más chicas» formándose, aunque todavía están muy alejados de una verdadera equidad. «Este año hay 60 personas formando los grupos de ingeniería aplicada y diez son mujeres», detallaron Álvaro Rodríguez y Ana Aramendia.

Para lograr una verdadera equidad aún falta tiempo. Lucila García Méndez, directora de la asociación ClosinGap, que persigue una igualdad para influir en el desarrollo económico, plantea 39 años «al ritmo actual» para cerrar la brecha de género. En España el índice -en el 64,9%, cuando el 100% es la igualdad plena- mejoró en su último ejercicio un 0,2%. «La brecha aún es impresionante», condenó.

La directora de ClosinGap añadió que los datos sobre emprendimiento femenino reflejan «más éxito» que en el caso de los hombres, en duración y rentabilidad, aunque hay menos mujeres que se lancen a sus proyectos. «Estudiamos menos disciplinas que nos lleven al emprendimiento innovador», detalló.

La diputada de Empleo, Inclusión Social e Igualdad de Bizkaia, Teresa Laespada, también participó en el acto y señaló que en el caso de Bizkaia solo el 18% de los 53.000 puestos en la industria del metal los ocupan mujeres, y la cifra se reduce al 12% para puestos de mano de obra directa. «Estamos infrarrepresentadas», se dolió, y recordó que «no podemos estar ausentes de ningún espacio económico o empresarial».