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Las mujeres cobran un 16,7% menos que los hombres en Euskadi. Es lo que se llama la brecha de género, que volverá a ser objeto de debate este jueves, Día Europeo de Igualdad Salarial. Para desentrañar los motivos de esta diferencia y diseñar posibles ... medidas correctivas el departamento de Empleo Trabajo del Gobierno vasco ha encargado tres estudios que abordan esta materia: uno sobre la mayor incidencia de la contratación a tiempo parcial en el colectivo femenino, otro sobre las barreras para que las mujeres accedan a profesiones técnicas y un tercero sobre los planes de igualdad registrados en el País Vasco, obligatorios para las empresas con más de 50 empleados.
Los tres informes han sido presentados este miércoles en una jornada organizada por EL CORREO y el departamento encabezado por la vicelehendakari Idoia Mendia. La también consejera de Empleo y Trabajo ha destacado que la brecha de género se ha reducido en los últimos años desde el 22,6% que alcanzaba en 2018 hasta el 16,7% de 2021, último dato disponible en la estadística del INE. «Son seis puntos menos en tres años, un trecho nunca antes recorrido en tan poco espacio de tiempo», ha afirmado.
Ha reivindicado que este recorte de la brecha se ha logrado en parte con medidas dispuestas desde el Gobierno vasco, como los programas para impulsar la contratación de mujeres en sectores masculinizados, y desde el Ejecutivo central. En este segundo apartado ha citado la subida del Salario Mínimo en un 54% hasta los 1.134 euros, la obligación de informar con transparencia de los salarios de hombres y mujeres, junto con las auditorías; la progresiva extensión de los planes de igualdad y la reforma de las pensiones, para computar las jornadas parciales como completas y para corregir las lagunas en la cotización.
La mayor incidencia de la contratación a tiempo parcial entre las mujeres es una de las principales causas de la brecha de género. El porcentaje de trabajadoras con este tipo de contratos llega al 27% en Euskadi frente al 8% de los hombres. Suman 114.000 personas en el primer caso y 33.000 en el segundo. El estudio elaborado por Lucía Gorjón, investigadora de la Fundación Iseak, y la directora del organismo, Sara de la Rica, se adentra en las razones de esta diferencia y en sus consecuencias.
Para empezar, el informe advierte de que la contratación a tiempo parcial, aunque en principio sea una medida de flexibilidad laboral, en el caso de Euskadi y del conjunto de España suele ser más una imposición de la empresa dado que en un alto porcentaje es indeseada. «Te dicen que la oferta es por tantas horas; o lo tomas o lo dejas», ha explicado Gorjón, que ha asegurado que esta modalidad de contratación «es una de las principales causas de la pobreza laboral».
El trabajo a tiempo parcial es, en su mayoría, indeseado. Así, el 50% de las mujeres –57.000 del total de 114.000– asegura que lo aceptan porque no encuentran ofertas a tiempo completo. Otro 22% alude como motivo a la necesidad de tener tiempo para cuidar de mayores o hijos, una preocupación que no tienen los hombres, que solo la esgrimen en un 6% de los casos.
La parcialidad, además, está más presente en sectores feminizados como el trabajo doméstico, cuidados, limpieza... El informe señala que en Euskadi tiene porcentajes mayores que en el resto de España en ámbitos como la educación, la hostelería y actividades artísticas y recreativas. Eso explica que el País Vasco lidere el ranking de empleo a tiempo parcial.
La escasa presencia de mujeres en profesiones técnicas e industriales y su concentración en otros sectores como el de cuidados, sanidad o educación es otra de las causas de la brecha de género. La segregación es tal que «más de la mitad de los trabajadores debería de cambiar de ocupación para lograr una distribución equitativa de género», según el estudio de los investigadores de Iseak Ainhoa Osés, David Martínez de Lafuente y Sara de la Rica.
Estas diferencias derivan de la elección de estudios y de la menor inclinación de las chicas hacia la formación en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés) pese a su alta demanda y remuneración. El informe indaga sobre las causas y concluye que uno de los principales condicionantes es el rechazo hacia los números.
«La ansiedad por las matemáticas es el factor que más aleja a las personas de los estudios STEM y afecta a un 62% de las mujeres adolescentes frente a casi un 55% de los varones», ha señalado Osés. Estos temores hacen que ellas se orienten hacia las ramas de salud, educación, administración o humanidades. Hay otra conclusión llamativa y es que «las mujeres con un mayor grado de autoconcepto y con gusto por la competición se alejan de los empleos más feminizados».
El estudio también analiza la opinión sobre las políticas públicas para abordar la brecha de género y detecta una gran polarización en Euskadi. Por ejemplo, más de la mitad de las mujeres apoya el establecimiento de cuotas mientras que entre un 20% y un 30% de los hombres se muestra expresamente en contra. La mayoría de ellos también se opone a que se den ayudas económicas para la contratación y formación del sexo minoritario.
Una de las medidas estrella para combatir la brecha de género es la obligación impuesta a las empresas de elaborar planes de igualdad en los que se realiza una diagnóstico de la situación y se establecen medidas para mejorarla. Desde hace dos años deben tenerlos todas las compañías de más de 50 empleados y las que no llegan a esa cota pero así lo establece su convenio.
La empresa IKEI ha analizado los 865 planes de igualdad registrados por las autoridades laborales de Euskadi, de los que 727 están actualmente en vigor (121 en Álava, 311 en Bizkaia y 230 en Gipuzkoa). Su gerente, Laura Gallo, ha expuesto su valoración de los mismos.
La primera conclusión extraída es que hay una notable heterogeneidad. «Se observan niveles de compromiso distinto entre las empresas; hay muchos planes con enunciados genéricos y un número reducido cuyas medidas apuntan ya a compromisos claros y concretos, con medidas operativas y correctoras».
Estos planes más avanzados plantean el diseño de un sistema de evaluación del desempeño objetivo y proponen introducir medidas para la reducción de la brecha salarial. También recogen el compromiso de contratar mujeres para puestos infrarrepresentados. En materia de conciliación proponen fórmulas para avanzar en la corresponsabilidad de los hombres y fomentar las jornadas flexibles, el teletrabajo y el derecho a la desconexión digital .
Para concluir, Gallo ha llamado la atención sobre el hecho de que muchas empresas vascas no han presentado todavía su plan pese a estar obligadas a ello.
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