El Metal de Bizkaia se prepara para la huelga tras el fracaso de la negociación

La vinculación de los salarios a la inflación, que se ha disparado al 8,7%, es el principal motivo de enfrentamiento. Los sindicatos (ELA, CC OO, LAB y UGT) plantearon una plataforma conjunta el 16 de mayo en la que exigieron el IPC más el 1%, no solo en tablas sino en los salarios reales que aplican las empresas por encima de esos mínimos. La patronal respondió al cabo de diez días que era inasumible y mejoró su oferta a un incremento del 2,75% para 2022, del 2,5% para 2023 y del 2% para 2024. A principios de este mes se anunciaron los tres días de paros.

«Apenas un mes después de presentar la plataforma común y con solo una reunión por medio en la que presentamos una mejora, ya se convocó la huelga. Eso indica que el ánimo de confrontación es mayor que el de la negociación», criticó ayer FVEM, que tachó los tres días de paro «de irresponsables en la coyuntura actual» e insistió en que las peticiones son «inasumibles».

Para los sindicatos lo irresponsable es que la patronal se muestre inflexible ante los 17 puntos solicitados, entre los que destaca la referencia al IPC para los salarios reales, no solo tablas. «A solo una semana de la huelga, es muy poco compresible la posición mantenida en la reunión de hoy (por ayer)», señalaron en un comunicado conjunto.

Ya no hay nuevas reuniones en la agenda. «Si la patronal tiene algo nuevo que aportar, que nos convoque», señalaron las centrales, que anunciaron su disposición a prepararse «intensamente» para la huelga.