Mendia plantea un pacto social por el empleo de calidad

La vicelehendakari y consejera de Empleo, Idoia Mendia, ha inaugurado el congreso y en su intervención ha reclamado un nuevo «Pacto Social por el Empleo de Calidad». Un acuerdo al que ha llamado a sindicatos, patronales e instituciones académicas para «afrontar este tiempo nuevo ofreciendo a la ciudadanía certezas en tiempos de incertidumbres». Un llamamiento que llega después de una legislatura en la que los sindicatos nacionalistas ELA y LAB siguen sin acudir a la mesa de diálogo social vasca.

Los parados de larga duración y mayores de 55 años, así como el reemplazo generacional del 'babyboom' y las nuevas necesidades de perfiles de las empresas generan unos retos para los que Mendia ha defendido la innovación. Soluciones que arbitrar desde ese acuerdo y que requieren de la aplicación de nuevas tecnologías.

Hasta este viernes esa será una de las cuestiones que se analice en el Congreso al que acuden 400 personas y que cuenta con una ponencia de apertura a cargo del filósofo y pedagogo, José Antonio Marina, con el título de 'Cómo formar para un futuro desconocido'.

Mendia ha defendido su labor al frente de Lanbide en una transformación que, según ha explicado, ha cumplido los plazos previstos para hacer del organismo «un modelo de acompañamiento a personas y empresas». A través de la digitalización de los servicios, Lanbide pretende aumentar su eficacia en la búsqueda de empleo para sus demandantes y unir las necesidades de las empresas con los buscadores de trabajo.

La responsable de la cartera de Trabajo del Gabinete Urkullu, a modo de balance de legislatura, ha recordado también la integración en el sistema de los mecanismos de protección como la Renta de Garantía o el Ingreso Mínimo Vital. Se trata, según ha asegurado, de unas «bases sólidas» para mirar al futuro y «promocionar un empleo digno» desarrollando la cualificación y «dinamizando las nuevas políticas de empleo a través del desarrollo de la Ley Vasca de Empleo».

Actualmente, la tasa de paro en Euskadi se ha situado en el entorno del 7%, la más baja desde 2008 y el número de afiliados a la Seguridad Social supera el millón de personas. Son cifras récord que dan por superada la herida generada por la pandemia y desde la que afrontar la incertidumbre de una desaceleración económica que atraviesa Europa y problemas endémicos a Euskadi como el absentismo o la conflictividad laboral.