La mayoría de los trabajadores de La Naval elige Ferrol como destino para su recolocación

Fuentes del grupo Sepi no han querido desvelar por el momento el detalle de esta ubicación geográfica, pero sí han aclarado que «no hay nada definitivo». A partir de ahora, deberán ser los responsables de Navantia quienes decidan si las opciones de recolocación encajan con las peticiones. Mientras tanto, los sindicatos quieren hacer un último intento de presión para que los gobiernos central y vasco se hagan cargo del astillero, opción que hasta ahora han rechazado de forma radical.

La plantilla de La Naval acepta la recolocación en Navantia como una «última opción», ya que mantienen como reto a corto plazo la vuelta al trabajo en Sestao. Por el momento no hay ningún inversor privado que haya presentado una oferta para adquirir las instalaciones, que están a la venta desde hace semanas. Además, la decisión de los sindicatos ELA, CAT y CC OO de recurrir por vía judicial el despido de la plantilla, ha enfriado aún más el interés de quienes estaban estudiando esta opción. El recurso introduce un escenario de inseguridad jurídica que puede prolongarse más de un año.

La elección masiva de Ferrol, apuntan fuentes conocedoras de la situación, responde también a esta 'provisionalidad' con la que los trabajadores afrontan esta etapa. Dentro de las opciones que ofrecen los centros de producción de Navantia, el emplazamiento de Galicia es el más cercano al País Vasco. Incluso, los sindicatos han pedido a la compañía que estructure su jornada laboral de lunes a jueves, para así poder regresar el viernes a casa.

Los trabajadores se concentraron ayer frente a la sede del Departamento de Desarrollo Económico en Bilbao, precisamente para exigir que el Ejecutivo vasco estudie fórmulas imaginativas con el fin de mantener la actividad en Sestao. La estrategia pasa por intentar 'ablandar' la conciencia de los políticos –de los gobiernos central y vasco– en este periodo electoral en el que, se supone, son más proclives a hacer concesiones. El secretario general del comité de empresa, Juan José Llordén, pidió ayer a Pedro Sánchez que «en uno de estos viernes sociales, solucione el problema de La Naval».

En los próximos días van a solicitar una reunión con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para trasladarle sus peticiones, tras el aparente fracaso del encuentro con la titular de Industria, Reyes Maroto, celebrado la pasada semana. En concreto, los representantes de la plantilla creen que es posible una solución que sortee las dificultades que pone la Comisión Europea en torno a la intervención pública. Así, creen que la actividad en Sestao tendría continuidad si el Estado –a través de Sepi y Navantia–, adquiere el casco del buque que se encuentra en el astillero sin terminar, la draga 'Vox Alexia'. A continuación, defienden, el Estado debería negociar con el armador holandés Van Oord la finalización del buque –fue quien la encargó, pero ha roto el contrato ante la quiebra de La Naval– y también alquilar las instalaciones de Sestao, para lo que necesitaría la autorización del juez que supervisa su liquidación.

Mientras tanto, la Comisión Europea ha remitido una carta al Gobierno central en la que anuncia el cierre del expediente que había abierto ante la sospecha de que fuese a conceder ayudas públicas a La Naval. No ha sucedido, pero la UE advierte a la Administración española que «estará vigilante» para evitar que suceda en el futuro.

Los sindicatos anunciaron también ayer que preparan «una gran manifestación en Bilbao», que se celebraría en el mes de abril, pero para la que todavía no se ha fijado una fecha concreta.