Mariabe, la primera estibadora fija del Puerto de Bilbao

– ¿Por qué se hizo estibadora?

– Porque mi padre lo era y vivía su trabajo con pasión. Era algo que me atraía mucho. Yo estudié Integración Social, pero con 21 años mi padre me dijo que iba a haber una entrada de estibadores y me apunté. Era 2007. No dudé ni un segundo.

Empezó como todos de eventual, a través de la ETT, con contratos incluso de un solo día. Las condiciones son duras porque los temporales entran en la categoría más baja y desempeñan las tareas más ingratas como enganchar las bobinas a la grúa o poner cadenas a las varillas de hierro. Aunque lo peor es la inestabilidad. «No sabes cuándo te van a llamar. Puede ser incluso el mismo día así que no puedes hacer ningún plan. Tienes que estar siempre disponible», explica Mariabe. Aguantan porque tienen la esperanza de llegar a ser fijos, algo que en el pasado se conseguía en dos años más o menos. El problema es que a partir de 2008, poco después de que ella empezara, se cerraron las puertas.

– Sería desesperante ver que no llegaba el momento.

– Cada año pensabas: 'Bueno, será el siguiente'. Pero nunca llegaba. Primero fue la crisis económica y luego la huelga de finales de 2020. Después, por diferentes motivos, se dejó de contratar a los temporales para la estiba. Yo pude sortear esos años porque me cogieron en la empresa CSP para labores complementarias.

Los eventuales han sufrido un auténtico calvario en el Puerto de Bilbao y, de hecho, su situación fue una de las reivindicaciones de la huelga de 2020. Tras ese paro histórico se llegó a un acuerdo, con la firma de un convenio hasta 2027, pero no se solucionó su problema. Muchos, desesperados, recurrieron a los tribunales y ganaron. Las empresas les tuvieron que pagar una indemnización, pero se han quedado fuera.

Mariabe no quiso denunciar. «Pensé que ese no era el camino». Y la decisión le ha dado buen resultado. El sindicato Coordinadora, que en 2023 recuperó la mayoría en el comité, alcanzó un acuerdo con las empresas para incorporar nuevos estibadores, un total de 42 hasta 2027. Aceptó, eso sí, que se bajara el sueldo de la categoría más baja del convenio un 10% hasta los 35.000 euros, en la confianza de que los nuevos puedan ascender cuando se registren jubilaciones.

– ¿Cómo fue el proceso de selección?

– Fue este verano. En julio se colgaron las bases. Tenía pruebas físicas como natación y saltar vallas, un test psicotécnico y una entrevista.

– ¿Cómo quedó?

– En la posición 14, con lo que entraba en plantilla con los veinte primeros este mismo año. Nos presentamos 59 a las pruebas. Cuando me enteré me puse a llorar. Por fin se cumplía el sueño que tanto tiempo llevaba esperando.

– Y se convirtió en la primera mujer estibadora del Puerto de Bilbao. ¿Orgullosa?

– Mucho porque me encanta mi trabajo y siempre he pensado que las mujeres podemos hacerlo exactamente igual que los hombres, tanto las tareas más físicas como el manejo de grúas. En CSP aprendí a operar la transtainer y, aunque ahora entro en la categoría más baja, espero poder pasar a esa rama en el futuro. También quiero agradecer a Coordinadora el haber dado visibilidad a la mujer.

– Ha estado durante años afiliada a UGT hasta que hace unos meses se pasó a Coordinadora. ¿Por qué?

– Porque no estaba de acuerdo con la gestión de UGT.

En este punto tercian los representantes del sindicato –Arkaitz García, presidente de Coordinadora Bilbao, y Jon Pérez, responsable de Igualdad– para dejar claro que la central no estuvo implicada en el proceso de selección, que gestionó la ETT Randstad. Aseguran también que están muy comprometidos con la entrada de mujeres en la estiba y que por eso han firmado un plan de Igualdad en Bilboestiba en el que, en caso de que hombre y mujer tengan la misma puntuacióna en un proceso de selección, se le dará el puesto a ella. Explican, asimismo, que en otros puertos hace tiempo que tienen estibadoras. De hecho, hay un total de 719 repartidas en 19 terminales. Bilbao es el puerto 20 en dar el paso.

– ¿Por qué cuesta tanto que las mujeres se animen?

– La estiba tiene sus cosas duras como trabajar bajo la lluvia, con frío, nunca estás limpia... Pero creo que hay un gran desconocimiento. Espero que con esta entrevista otras mujeres se animen.