Magyar Vagon quiere abrir el mercado de metro y tranvía para Talgo

Pero, además, se abre un mercado estratégico que seguirá creciendo con fuerza en los próximos años. Se trata de los vehículos para las conexiones ferroviarias suburbanas y de cercanías. Metros y tranvías serán uno de los vectores de mayor desarrollo con el impulso de los fondos europeos. Magyar Vagon plantea aportar su equipo de ingeniería y la experiencia en la construcción de estas unidades para reforzar el Talgo 'EMU'. Es la plataforma modular adaptable a distintos anchos de vía con la que el fabricante español había preparado su aterrizaje en esta área y que lanzó a finales de 2016. Con la adquisición por parte del consorcio de Andras Tombor, señalan los húngaros, se «permitirá a Talgo competir en un segmento adicional del mercado ferroviario y expandir su cartera de pedidos».

Presentación de avales

Además, esta semana el grupo húngaro presentará los avales bancarios de la OPA de 617 millones de euros ante la CNMV. Un movimiento que se une al acuerdo cerrado con los principales bancos españoles para mantener las condiciones de la deuda de Talgo de 230 millones y entre los que destacan BBVA, CaixaBank o Santander.

Magyar Vagon insiste también en que Talgo mantendrá su sede en España, así como su plantilla, centros de trabajos y una total «autonomía financiera», además de «la titularidad y todos los derechos de propiedad intelectual sobre sus patentes y marcas». Esta cuestión supone uno de los principales activos que Talgo gestiona en una sociedad específica integrada en su estructura legal.

El Gobierno recibió la documentación el pasado 22 de marzo de manos del consorcio magiar que formalizó la solicitud de autorización. Hasta ahora el Ejecutivo ha reivindicado el carácter estratégico de Talgo y mantiene cierta desconfianza por las relaciones de Magyar Vagon con el Gobierno de Hungría, que ha fomentado su crecimiento y participa con dinero público.

Mientras tanto, Talgo vive una semana clave para la entrega a Renfe de los primeros trenes Avril. Según ha podido confirmar este periódico, la primera tanda está ya lista y fuentes del Ministerio de Transporte esperan que se materialice «en estos días». La empresa pública elevó las sanciones por los retrasos en la entrega de los trenes hasta los 166 millones, así como a una multa de 80.000 euros diarios desde el pasado 1 de abril.