El lehendakari condiciona la entrada en Talgo a que un socio industrial garantice el «arraigo»

Así lo explicó este lunes el lehendakari Imanol Pradales que, con su intervención, abrió un nuevo escenario en la crisis de Talgo. Y es que es la primera vez que el jefe del Ejecutivo vasco se pronuncia públicamente sobre la situación de la empresa. Lo hizo a preguntas de los periodistas en Francia tras una reunión con el presidente de la Mancomunidad de Iparralde, Jean-René Etchegaray.

El lehendakari, según adelantó este fin de semana EL CORREO, confirmó el interés del Gobierno por apoyar una solución en la crisis accionarial de Talgo, si con ello garantiza el «arraigo» de su planta en la localidad alavesa de Ribavellosa con 700 empleados y contrataciones a proveedores vascos que acumulan 5.000 trabajadores.

Fuentes conocedoras de la situación explican que ahora no se puede hablar todavía de inversiones públicas, ni de entradas en el capital de Talgo con uno u otro porcentaje de participación. Según señalan, «no tendría sentido que el Gobierno entre en la empresa con una parte minoritaria, sin saber con quién y para qué». El paso ahora mismo, tal y como explicó Pradales, es «buscar un socio industrial» para sustituir a los accionistas mayoritarios, «que parece que es el problema con el que estamos».

El veto del Gobierno de España en agosto a la opa sobre Talgo de Magyar Vagon ha dejado encerrado a Trilantic en la compañía. El fondo controla cerca del 40% del fabricante de trenes y lleva dos años intentando vender su participación. Ahora busca una salida, pero el sector del ferrocarril en Europa no presenta otros compradores que ofrezcan 5 euros por la acción, precio que puso la opa magiar encima de la mesa.

Mientras tanto, Talgo necesita ampliar su capacidad de fabricación para dar salida a más de 4.000 millones de euros en pedidos. Para ello es necesario resolver primero la propiedad de la compañía. Y en esa tarea trabaja Moncloa, buscando también un socio industrial.

Tras la negativa de CAF a hacerse con Talgo, la alternativa de Skoda tampoco ha fructificado. El grupo checo no ha sido capaz más que de ofrecer una fusión, sin compra alguna de acciones. El Gobierno de España estaría dispuesto a facilitar financiación a ese «caballero blanco». Incluso podría sumarse también CriteriaCaixa. Es en ese 'pool' financiero y de apoyo donde podría también jugar un papel el Ejecutivo vasco.

Mientras tanto, el viceconsejero de Industria, Andoitz Korta, recibió ayer a los representantes sindicales de la planta vasca de Talgo para analizar la situación. Los trabajadores han pedido en las últimas semanas una solución que garantice el futuro de la compañía.