Los nuevos sistemas de conducción autónoma servirán para reducir los accidentes en las carreteras.

Lazarillos vascos para el coche sin chófer

Centros de investigación y empresas de Euskadi colaboran en el desarrollo de programas que harán realidad el despliegue de vehículos conectados y sin conductor

jorge murcia

Martes, 9 de octubre 2018

¿Cómo hacer que un coche sin conductor se aparte de su trayectoria para dejar paso a una ambulancia que rueda a toda velocidad? ¿Cómo conseguir que un camión se incorpore a un carril sin ayuda del chófer, y que además lo haga en ... una autopista atestada de vehículos? ¿Y cómo transmitir, de vehículo a vehículo, la información en tiempo real del estado de la calzada? Para estos interrogantes buscan respuestas decenas de centros de investigación, empresas e instituciones que trabajan en el desarrollo del coche conectado y autónomo. Lo que hoy, pese a los avances en la materia, aún nos sigue pareciendo un escenario de ciencia-fición, será realidad en unos pocos años. Y lo será gracias a una serie de proyectos tecnológicos con participación vasca.

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Por ejemplo el bautizado como C-Roads, una iniciativa de diferentes Estados miembros de la Unión Europea y operadores de carretera para lograr el despliegue de sistemas cooperativos por todo el continente. Se trata, a grandes trazos, de conectar la movilidad de los vehículos. «Porque ahora mismo ya hay algunos coches autónomos. Pero ninguno se aparta al ver una ambulancia. Para ello es necesario estandarizar ese mensaje: convertir la sirena de la ambulancia en una señal electromagnética que hay que mandar a otro vehículo. O dónde encontrar un sitio de aparcamiento cuando lo busco», resume Alfonso Brazález.

Brazález es director del grupo de transporte y movilidad sostenible de CEIT, el centro de investigación integrado en la alianza tecnológica IK4 que participa en C-Roads. En concreto, se encarga de la coordinación técnica del corredor del Cantábrico, uno de los cinco proyectos piloto desplegados por la geografía española. El objetivo es extender Sistemas Inteligentes de Transporte (ITS) transfronterizos y operables para todos los usuarios de las carreteras europeas. Estos sistemas abarcan tecnologías inalámbricas y de comunicación entre diferentes actores: vehículo-vehículo, y de este con las infraestructuras. «Está enfocado sobre todo a que en un futuro próximo se puedan beneficiar del sistema los coches autónomos. Para que la movilidad autónoma esté plenamente conectada», dice Brazález.

En C-Roads participan otras empresas vascas. Como Gertek, compañía de servicios ligados a la gestión del tráfico urbano e interurbano. Esta empresa está presente en contratos de gestión de aparcamiento en superficie, instalación de nuevos puntos de peajes 'free-flow' (los arcos de cobro que sobrevuelan la mayoría de las autopistas portuguesas, y en puntos de la red viaria vasca como la N-1), o soluciones de 'ticketing' para el transporte público. Su papel en C-Roads es el de desplegar un servicio metereológico en el corredor piloto del Cantábrico. «Se trata de una especie de sonda meteorológica embarcada en los coches que toman información en tiempo real de la meteorología y las carreteras: temperatura ambiente, de la calzada, humedad, riesgo de hielo…» , explica Irantzu Bores, técnico de proyectos de Gertek. En esta fase piloto han 'embarcado' el sistema en tres vehículos de la Diputación de Bizkaia -institución colaboradora de C-Roads Spain- encargados de la conservación de la calzada. Con este sistema se podría implementar un 'feedback' en tiempo real entre el coche autónomo y los encargados de la conservación de las calzadas. «Y luego habrá que ver cómo podemos compartir esa información con plataformas de movilidad. Puede venir bien a la hora de generar alertas a los usuarios. Si alguien circula por delante y detecta una incidencia en la calzada, puede avisar al que viene por detrás», dice Bores.

Otra de las empresas vascas implicadas en el proyecto es Ingartek, compañía especializada en planes estratégicos de movilidad y transporte, estudios de movilidad y tráfico, auditorías de servicio y transporte, etc. La empresa se encarga de un plan piloto de monitorización del tráfico, con información actualizada cada minuto o generación de avisos del estado del tráfico, entre otros servicios.

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Posicionamiento de camiones

Una conectividad efectiva es clave para el desarrollo de la conducción autónoma. Como también lo es la mejora del posicionamiento de los vehículos sin conductor. En este objetivo trabaja también Ceit-IK4. En concreto, en el proyecto PRoPART, financiado por la Agencia Europea de Sistemas Globales de Navegación por Satélite (GSA). Las aplicaciones de vehículos conectados y automatizados en desarrollo se basan en la cooperación de diferentes soluciones para determinar tanto la posición absoluta del vehículo en la ruta como la relativa con respeto a un punto de referencia.

«Nuestro sistema consiste en instalar varios nodos en la infraestructura viaria, así como en el vehículo -un camión en el caso del proyecto PRoPART-, de forma que se se calcule la distancia relativa entre la infraestructura y el camión. Esa información tiene una precisión de centímetros. En el caso de PRoPART, está centrado en facilitar la incorporación por la derecha de los vehículos, de manera que el camión sea capaz de hacer un cambio de carril autónomo sin que el conductor tenga que realizar la acción», expone Ainhoa Cortés, codirectora del grupo de sistemas electrónicos y comunicaciones de Ceit-IK4.

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