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Isabel Busto, hasta ahora vicepresidenta de la patronal vasca Confebask, asumirá de forma inmediata la presidencia de la organización para cubrir el hueco que deja la retirada imprevista de Eduardo Zubiaurre, que asumió el cargo en el verano de 2019. Zubiaurre, según fuentes consultadas por ... EL CORREO, ha decidido apartarse por razones de salud. El empresario eibarrés, aseguran los mismos medios, ha optado por dejar todas sus responsabilidades profesionales durante algún tiempo.
Todo apunta a que Confebask arranca una etapa de transición para la que existen varios caminos que, previsiblemente, se clarificarán después del verano. Por el momento, Isabel Busto asume la máxima representación de los empresarios vascos, siguiendo así la previsión que existe en los estatutos de la organización patronal. Busto era hasta ahora la vicepresidenta en representación de la patronal guipuzcoana Adegi, a la que corresponde por turno la presidencia de Confebask para el periodo que va entre los años 2019 y 2023. Ingeniera informática por la Universidad del País Vasco y MBA por la Universidad de Deusto, es subdirectora general de la empresa de software Zucchetti Spain.
Las fuentes consultadas insisten en que esta presidencia en funciones se mantendrá al menos hasta el mes de septiembre, momento en el que se analizará la situación. Si entonces Zubiaurre vuelve a retomar sus funciones, el empresario guipuzcoano culminará su mandato, que finalizaría así en julio de 2023. Si esta opción no es viable, apuntan en el seno de Confebask, es probable que se anticipe la elección de la futura presidencia que debe asumir el cargo durante un periodo de cuatro años. Los estatutos de la patronal vasca mantienen un sistema rotatorio en su cúpula, con el objetivo de respetar un equilibrio territorial. Así, cada cuatro años, la designación para el puesto corresponde a las patronales provinciales de Álava, Gipuzkoa y Bizkaia -SEA, Adegi y Cebek, respectivamente- y sería la organización vizcaína la encargada de proponer al nuevo candidato para el próximo mandato.
En la hoja de ruta de la institución empresarial vasca también figura otra opción, que es la de zanjar la situación de provisionalidad que ha provocado el alejamiento temporal de Zubiaurre el próximo mes de julio. En función de los deseos del todavía presidente y líder de los empresarios vascos -señalaron ayer fuentes de la organización-, la resolución definitiva de esta minicrisis puede solventarse a principios de ese mes. En esos días se celebrará el consejo general de la patronal, el máximo órgano de decisión de Confebask, que se reúne cada año durante esas fechas para realizar un balance del último ejercicio y fijar algunas previsiones para los doce meses siguientes.
Eduardo Zubiaurre tiene una dilatada experiencia profesional que comenzó en la consultora ya desaparecida Arthur Andersen, para integrarse posteriormente en la empresa familiar Jaz Zubiaurre, donde asumió inicialmente tareas de dirección comercial para encargarse posteriormente de la gerencia. La empresa fue fundada en 1924 y está dedicada a la producción de abrasivos industriales, con una buena parte de sus ventas en el mercado de exportación ya que está presente en 55 países. También ha desarrollado una intensa actividad política como militante del Partido Nacionalista Vasco, que le llevó a ser concejal en el Ayuntamiento de Elgeta en la legislatura que comenzó en 2015 y también presidente de la junta municipal de la formación jeltzale en Eibar.
La retirada de Zubiaurre -formalmente es algo temporal, aunque diversas fuentes apuntan ya que puede ser definitiva-, se produce después de sufrir un periodo de fuertes tensiones que afectan a la gestión de su empresa, pero también a la vertiente institucional en la presidencia de Confebask.
Ya en el arranque del año el presidente de la patronal vasca tuvo que hacer frente a presiones políticas relacionadas con la postura de la institución sobre la reforma laboral, alineada con CEOE, y en donde discreparon de la tesis defendida por el PNV. El partido nacionalista reclamaba la prevalencia de los convenios autonómicos frente a los estatales. Confebask estimó que esa reclamación no era prioritaria, ya que se salvaba gracias a los acuerdos que existen en Euskadi entre los sindicatos y las patronales para proteger los convenios autonómicos.
Otro punto conflictivo ha sido el reciente informe de la asociación Zedarriak, en el que se realizaba un análisis crítico sobre la pérdida de «liderazgo» económico del País Vasco y al que Zubiaurre dio su total apoyo.
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