La Inspección de Trabajo investiga a la ETT que ha exigido euskera a los camareros de la Athletic Hiria

El problema nace de que en la oferta laboral emitida por Nortempo para reclutar cerca de 400 camareros se pedía hablar euskera como requisito «imprescindible». El director corporativo de la ETT, Ángel Vidal, ha explicado en 'Espejo Público' que así se lo pidió la firma que gestiona la 'fan zone'. No obstante, también ha matizado que se hicieron dos ofertas, una para Sevilla en la que no se pedía esa condición y otra para traer profesionales del País Vasco, en la que sí. Finalmente se contrataron a los 400 camareros y la mitad de ellos habla euskera.

El caso es que en la Inspección de Trabajo saltaron las alarmas. No fue por una denuncia sino de oficio, a través del sistema informático que tiene, conocido como la 'herramienta de lucha contra el fraude', para detectar irregularidades en la contratación. El programa analiza con tecnología 'big data' las ofertas de empleo, con atención a los requisitos que se exigen como imprescindibles, por si puedieran constituir una discriminación.

Una oferta de trabajo puede excluir a un determinado colectivo siempre que se justifique por una causa «objetiva, razonable y legítima». Por ejemplo, está claro que si se está buscando una modelo de ropa femenina se puede exigir que el candidato sea mujer. En este caso lo que se investigará es si resulta discriminatorio o no el pedir euskera como requisito imprescindible cuando el partido se juega en Sevilla, donde la inmensa mayoría de los candidatos al puesto no habla ese idioma.

Nortempo es una empresa gallega que tiene oficinas en diferentes puntos de España, entre ellos Sevilla. Esta delegación es la que recibió el encargo de getionar la contratación de camareros para la Copa del Rey. La compañía organizadora de la Athletic Hiria es la bilbaína Kultur World, que ganó la licitación realizada por el club. Al presentar la 'fan zone' ya se anunció que la idea era que la mitad de los camareros fuesen del País Vasco y que se garantizaría que muchos de ellos puedan atender en euskera.

La empresa tiene ahora que presentar sus explicaciones. La Inspección, por su parte, tiene nueve meses para decidir si impone sanción o archiva la investigación. La multa por este tipo de infracciones oscila entre los 7.501 y los 225.018 euros.