El próximo 2 de febrero, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) comenzará el año con una nueva subida de los tipos de interés -salvo sorpresa, otro 0,5%- constatando así que los incrementos han llegado para quedarse, al menos durante 2023 -ahora, ... el precio del dinero es del 2,5%-. Las barras libres de liquidez y los tipos negativos que han tenido anestesiada a la Eurozona durante todos estos años son cosa de un pasado que tardará muchísimo en volver, como ha advertido esta semana el economista jefe del BCE, Philip Lane, en una entrevista en 'Financial Times'. Y lo es, sobre todo, porque la inflación sigue emitiendo señales positivas pero continúa disparada.
Publicidad
La oficina estadística comunitaria, Eurostat, confirmó ayer que la tasa interanual de diciembre cerró en el 9,2%. Lo positivo, que es casi un punto inferior a la de noviembre (10,1%), y punto y medio más baja que la de octubre, cuando escaló al máximo histórico del 10,6%, guarismo jamás visto en el club de las veinte economías que conforman el euro. Lo negativo, por contra, es que el mandato del Banco Central Europeo es extremadamente claro: debe hacer todo lo posible para que la inflación esté por debajo pero muy próxima al 2%. Dicho de otro modo, que en el BCE sigue resonando el 'más madera' que ha entonado su presidenta, Christine Lagarde, para afrontar la delicada situación provocada, sobre todo, por la guerra de Ucrania.
Así que desde el punto de vista del Gobierno español, la sensación es algo agridulce. Buena, porque puede 'vender' aquello de que somos los líderes de Europa en la clasificación, pero no tan buena porque al fin y al cabo, ser el primero de la clase no alivia en nada a las empresas y a los hipotecados españoles, que deberán afrontar subidas de tipos -llegar este año al 4% es algo que los mercados dan por descontado- hasta que la inflación se domestique.
Por países, España es líder indiscutible de la clasificación. Su 5,5% es seguido por Luxemburgo (6,2%) Francia (6,7%), Irlanda (8,2%), Alemania (9,6%), Portugal (9,8%), Suecia (10,8%), Países Bajos (11%), Italia (12,3%) o Polonia (15,3%). En el conjunto de los veintisiete países que conforman la UE (no todos tienen el euro, sólo veinte), los precios moderaron su escalada al 10,4% desde el 11,1% de noviembre, inflación en todo caso superior a la de la Eurozona.
Publicidad
En diciembre, el alza de los precios de la energía en la zona de la moneda única se moderó al 25,5% desde el 34,9% de noviembre, mientras que el encarecimiento de los alimentos frescos fue del 12%, frente al 13,8% del mes anterior. Asimismo, los servicios subieron un 4,4% interanual, dos décimas más que en noviembre, y los bienes industriales no energéticos se encarecieron un 6,4%, tres décimas más que en el mes anterior.
Al excluir del cálculo el impacto de la energía, la tasa de inflación interanual de la Eurozona se situó en diciembre en el 7,2%, dos décimas por encima del alza de noviembre, mientras que al dejar fuera también el efecto de los precios de los alimentos frescos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente subió dos décimas, escalando a un nuevo máximo histórico del 5,2%. Es el nuevo talón de Aquiles. También el de España, ya que se encuentra en el 7%, casi dos puntos más que la medida de la Eurozona.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.