Implicaciones y recomendaciones ante una posible salida sin acuerdo

1 Aranceles. La salida de la UE implica la pérdida de pertenencia al mercado común. Las empresas vascas que exporten a Reino Unido verán cómo se encarecen sus productos y pierden competitividad. Del mismo modo, se aplicarán aranceles a la importación de productos británicos.

2 Controles aduaneros. Las mercancías deberán someterse a más controles e inspecciones, lo que alargará los tiempos y encarecerá los costes.

3 Normas de origen. Los productos provenientes de Reino Unido perderán la característica de 'originarios de la UE'. Esto implica que una empresa vasca que obtiene insumos de Reino Unido podría ver cómo su producto final deja de ser considerado con suficiente contenido proveniente de la UE.

4 Fiscalidad. Las importaciones de mercancías provenientes de Reino Unido a la UE, y viceversa, serán gravadas con IVA, encareciéndose comparativamente. Además, es posible que ciertas mercancías estén sujetas a otros impuestos especiales.

5 Normas técnicas. Los estándares de calidad exigibles a los productos para poder ser comercializados en cada mercado dejarán de ser los mismos.

6 Licencia de importación/exportación. La UE prevé que determinadas mercancías (residuos, productos químicos peligrosos, armas de fuego, etc.) dispongan de una licencia de importación/exportación para realizar envíos de un tercer país a la UE y viceversa.

7 Riesgo cambiario. La relación libra-euro se verá afectada.

8 Desplazamiento de trabajadores. En el Libro Blanco respecto a las condiciones de migración a Reino Unido tras el 'Brexit', se establece un permiso de trabajo de 12 meses para trabajadores poco cualificados y de hasta 5 años renovable para trabajadores cualificados que cobren más de 30.000 libras.

1 Elaboración de un plan de contingencia en el que se enumeren todos los riesgos.

2 Revisión sistemática de la cadena de suministro, en la que se identifiquen los principales proveedores, clientes y otros agentes que resulten críticos. Analizar cómo les afectaría una salida sin acuerdo.

3 Revisión de los contratos firmados. Sobre todo aquellos con vencimiento posterior al 29 de marzo de 2019. Se recomienda renegociar aquellos en los que se hayan establecido penalizaciones a satisfacer por la empresa por demoras ajenas a su actuación.

4 Contratos pendientes de firma. Se recomienda que su vencimiento no exceda del 29 de marzo. Si es preciso que el vencimiento supere ese plazo, asumir que el escenario en que se tendrá que cumplir con lo establecido diferirá significativamente del actual.

5 Considerar plazos más dilatados en la previsión de insumos necesarios para la producción, así como en las fechas de entrega. Analizar la necesidad de más espacio de almacenamiento.

6 Identificar rutas alternativas para las conexiones en barco. Se recomienda contactar con el operador logístico para estudiar distintas opciones.

7 Licencias de importación/exportación o autorizaciones especiales. Se recomienda obtener el estatus de Operador Económico Autorizado (OEA), vigente desde 2008. La obtención de esta condición supondrá el acceso más ágil a ciertos procedimientos aduaneros tras el 'Brexit'; entre ellos, tratamiento prioritario en caso de ser seleccionado para inspección o notificación previa en caso de control aduanero.

8 Estimar el impacto de los aranceles, impuestos, controles y retrasos en el coste de aprovisionamiento. Consultar los aranceles aplicables bajo normas de la OMC.

9 Seguros de cambio. Valorar su contratación ante la incertidumbre sobre la fluctuación.