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iratxe bernal
Domingo, 5 de agosto 2018, 00:17
Antes de que el móvil esté en la calle -no importa la marca, no importa el modelo-, Ideus ya tiene a la venta todos los accesorios que el más exigente de los usuarios pueda necesitar. Desde una carcasa o un protector de pantalla a cargadores, ... baterías externas, tarjetas SD, flashes, lentes, auriculares o altavoces pasando por brazaletes para llevarlo al correr, soportes para bici o el para algunos imprescindible palo selfie. «Nuestro objetivo es que el usuario saque el máximo partido a su 'smartphone', tanto protegiéndolo de golpes o rozaduras como exprimiendo todas sus posibilidades», explica Jonathan Ledesma, director general de esta firma que lidera las ventas de accesorios de telefonía móvil en grandes superficies y comercio de proximidad en el sur de Europa.
«Antes cambiábamos de móvil con relativa frecuencia porque las operadoras, interesadas en captar clientes en un mercado que aún era nuevo, nos los regalaban. Pero eso ya pasó a la historia. No voy a decir que antes no fuéramos cuidadosos con el teléfono, pero ahora estamos obligados a serlo más, porque tenemos que amortizar una inversión que, a veces, es muy elevada. Además, los móviles cubren cada vez más necesidades y, por tanto, los empleamos más», subraya Ledesma.
Ideus es en la actualidad el principal proveedor de estos accesorios de grandes cadenas de distribución como Carrefour, Intermarché, El Corte Inglés, Eroski, E Leclerc o Fnac, aunque también se pueden entrar sus productos en establecimientos especializados como Phone House o gasolineras y supermercados principalmente de España, Portugal, Francia, aunque también tiene mercado en Bélgica y Luxemburgo. Del total de los 8 millones de euros facturados el año pasado, un 25% correspondían a exportaciones.
La firma, fundada por el empresario indio Surinder Oberoi, cuenta en su sede de la capital bilbaína con 24 trabajadores dedicados al diseño de toda la línea de productos, las ventas y gestión de compras. La producción se subcontrata en China. «Toda nuestra industria está en Shenzhen. Aquí se está empezando a hacer algo en la parte inyección en Alicante, que por su tradición juguetera tienen experiencia con el plástico, pero aún no puedes traer aquí la fabricación de ningún componente porque velocidad en este negocio es increíble. Shenzhen es el Silicon Valley chino, la capital de nuestro sector, y hay que estar allí sí o sí», subraya.
En esta ciudad, a sólo 20 kilómetros de Hong Kong, se fabrican la mitad de los móviles que se venden en el mundo y están presentes los principales fabricantes del sector, lo que facilita el acceso a las filtraciones interesadas sobre las características de «todos los modelos» que permiten a empresas como Ideus prácticamente anticiparse al lanzamiento del propio móvil. «Aunque fabricaras en otro sitio, es en Shenzhen donde surgen las novedades del sector. Los fabricantes no llegan a todo, están muy centrados en las terminales, pero quieren que su móvil disponga de los mejores accesorios posibles en cuando estén en el mercado. Les interesa pasarte los moldes para que vayas en línea con el lanzamiento de la terminal. Les interesa ellos y nos interesa a nosotros, que fabricamos modelos de todas las marcas, porque un 60% de los accesorios específicos se adquieren al mismo tiempo que se comprar el móvil. Eso supone que tenemos que ser capaces de diseñar, fabricar y poner a la vente en siete días. Quince como mucho».
También implica que hay que si, como pasó en 2016 con el Galaxy Note 7 de Samsung, el fabricante retira los móviles, Ideus tiene que retirar los accesorios. «Fue una faena porque lo tienes que tirar todo. Toda la producción a la basura. No hay nada genérico que se pueda reutilizar y no puedes esperar un relanzamiento porque no lo va a haber. Por una cuestión de imagen, el fabricante no va a volver a sacar al mercado un producto con mala experiencia de usuario. Es mejor dejarlo atrás y pasar a otra cosa. Y nosotros, con ellos», explica Ledesma.
También supone que hay que facilitar la elección al usuario permitiéndole, por ejemplo, ver en 3D cómo es ese auricular que le interesa y compararlo con otros sin sacar ninguno de su envoltorio. Y, por último, también conlleva que, metidos en la vorágine del lanzamiento de nuevos terminales para un público cada vez más exigente, los fabricantes hayan dejado de lado a un colectivo, «los seniors», al que le interesa acceder a teléfonos más sencillos y manejables. Y ahí Ideus ha visto un nicho que le ha hecho lanzarse a la fabricación de sus propios «teléfonos para mayores», que ya son el 10% de sus ventas.
8 millones de euros facturó Ideus el año pasado.
24 trabajadores se ocupan del diseño y gestión de compras y ventas, mientras la producción se subcontrata en China
Estar allí. «Shenzhen es el Silicon Valley chino, la capital de nuestro sector, y hay que estar allí sí o sí»
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