Iberdrola pierde la primera batalla contra Repsol por supuesta competencia desleal

La reclamación de Iberdrola ante esta entidad fue presentada en enero, apenas dos meses antes de que la empresa elevase el enfrentamiento y llevara sus reclamaciones hasta un juzgado de Santander, ciudad en la que Repsol tiene residenciada su filial dedicada a la producción y comercialización de electricidad.

Iberdrola pedía a Autocontrol que dictaminase en contra de varias campañas de publicidad de Repsol, difundidas a través de radio y prensa, al entender que «inducen al error» porque se puede desprender de ellas, sostiene la eléctrica, que la totalidad de los combustibles que comercializa la empresa son renovables.

Repsol, por su parte, argumenta que en su campaña no hay equívocos y que se refiere al lanzamiento de los combustibles elaborados a partir de aceites vegetales, biomasa y residuos de la industria vitivinícola.

Autocontrol, cuyos miembros representan algo más del 70% de la inversión publicitaria que se realiza en España, no solo ha rechazado la reclamación de Iberdrola sino que ha desvelado que la petrolera había solicitado con carácter previo al lanzamiento de la campaña un informe técnico por parte del organismo. La entidad no había puesto reparo alguno.

La iniciativa de Iberdrola de combatir el denominado 'greenwashing' -el 'ecopostureo', en términos más coloquiales- que en su opinión tiene la estrategia de marketing de Repsol, fue respaldada por el Gobierno de Pedro Sánchez. En especial por parte de la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que mostró su satisfacción por la denuncia de este tipo de cuestiones. La vicepresidenta aseguró que hay muchos mensajes que tratan de vestir de 'verde' actividades que no se ajustan del todo a ese concepto medioambiental.

Desde algunos sectores se sospecha, sin embargo, que la iniciativa de Iberdrola es una reacción a lo que está sucediendo en el mercado de la comercialización de electricidad, en el que Repsol ha irrumpido con éxito creciente desde hace años. Repsol tiene ya 1,5 millones de clientes de electricidad en España, frente a los 10,18 de Iberdrola.

En términos absolutos, Iberdrola perdió el pasado año en España 188.172 clientes y Repsol ganó 246.104, siempre según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC). Y ello gracias a una oferta que propone descuentos en el consumo de carburantes a cambio de contratar también con esta empresa los servicios de electricidad y gas.

Repsol enmarcó también en ese escenario lo sucedido. «La estrategia de Repsol y su propuesta de valor a los clientes son únicas en la Península Ibérica y han generado nerviosismo en Iberdrola, una empresa que no está acostumbrada a manejarse en un marco competitivo, sino más bien a depender de las reglas propias de un mercado eminentemente regulado. Prueba de ese nerviosismo es la presentación de esta supuesta demanda, carente de fundamento y de la que Repsol no ha sido notificada», señalaron fuentes oficiales de la petrolera cuando se conoció la demanda judicial.

Por otra parte, este martes se ha conocido que varias asociaciones -entre ellas Ecologistas en Acción, la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU) y Greenpeace- han presentado reclamaciones similares contra Repsol ante la CNMC y ante la Dirección General de Consumo.