Convocados cinco días de huelga en las gasolineras de Bizkaia por la negociación del convenio colectivo

Como ocurre en otros sectores, el principal motivo de las diferencias radica en cómo trasladar la inflación a los salarios. El convenio venció a finales de 2019 y se estaba negociando su renovación para 2020 y 2021, si bien el pulso se está alargando tanto que se estaba contemplando incorporar también el ejercicio 2022. Afecta a cerca de 600 trabajadores y a más de un centenar de estaciones de servicio, al quedar fuera las que pertenecen a grandes superficies.

Los sindicatos exigen que los salarios crezcan tanto como la inflación, que ya en 2021 se disparó al 6,5% y este año se sitúa en el 7,3% tras haberse moderado en los últimos dos meses. «Pero la patronal está muy lejos de garantizar el mantenimiento del poder adquisitivo, algo que sí se ha hecho a escala nacional y en Gipuzkoa», explican en LAB.

Por el lado de las empresas negocian la organización estatal Aevecar, que representa a la red de las petroleras, y la provincial Estaserbi-Cebek, en cuya presidencia está Nuria Lekue. «La situación es complicada en el sector y no podemos llegar a donde nos piden. Las ventas están un 30% por debajo de antes de la pandemia. Con los precios tan altos y la competencia del transporte público, la demanda sigue constreñida», argumenta. Las centrales sostienen, por contra, que las empresas están obteniendo «ingentes beneficios».