Tapia alerta de que la crisis ya está «repercutiendo en las empresas vascas»

Rusia, que suministra el 40% del gas a Europa, es una potencia energética y así se refleja en sus relaciones comerciales con Euskadi. Las exportaciones vascas a ese país fueron de 251 millones de euros en 2021 y, sin embargo, las importaciones alcanzaron los 1.378 millones, tras haber crecido un 140% en el ejercicio. Se trata principalmente de gas y petróleo.

No en vano, Rusia, con una cuota del 42%, es el principal proveedor de Bahía Bizkaia Gas (BBG), la regasificadora del Puerto de Bilbao. También tiene un peso importante en el suministro de Petronor, del 22%, lo que le da la segunda posición solo por detrás de México.

No obstante, los miedos del Gobierno vasco vienen más por los precios que por el riesgo de cortes en el suministro. En este sentido, el sistema español es menos vulnerable que otros países europeos porque su principal proveedor de gas es Argelia. De hecho, Europa contempla utilizar la red de regasificadoras de España como alternativa de entrada de gas ante un corte ruso, aunque es un plan con muchas pegas e insuficiente.

Los precios energéticos y de otras materias primas constituyen una gran preocupación pero también el impacto de las sanciones en los exportadores vascos. Cerca de un centenar de empresas venden en Rusia, principalmente del sector de automoción y maquinaria. De ellas, 29 están implantadas allí, doce con centros productivos y 17 con delegaciones comerciales. En el listado figuran los gigantes de la automoción Cie y Gestamp, así como varias cooperativas de Mondragón: Goizper, Danobat, Fagor Automation, Ulma Packaging, Loramendi...

En Ucrania solo Ulma y Bellota, también muy expuesta al mercado ruso, tienen representación comercial. El país invadido es un importante suministrador de cereales aunque sus relaciones comerciales con Euskadi son residuales.