«Hay un grupo del sector que se ha interesado en adquirir La Naval»

- Algo hay y algo conocemos, pero no tengo todos los detalles. Para ser rigurosos, hay alguna empresa del sector que se ha acercado al administrador concursal y que ha mostrado interés en estudiarlo. No creo que haya presentado una oferta concreta.

- ¿El objetivo de esa compra sería mantener la construcción de barcos?

- Ahí me entran más dudas, no está claro.

- Vayamos al pasado. Hay quien asegura que si el Gobierno vasco aceptó entrar en el capital de las empresas CAF y Kaiku, hasta ahora las dos únicas participaciones adquiridas por el Ejecutivo, fue porque se empeñó Joseba Egibar.

- (Carcajada) Cualquiera que conozca a Joseba Egibar sabe que estos temas... La realidad no se parece nada a eso.

- Entonces, las razones fueron...

- La participación en CAF fue una oportunidad porque Kutxabank quería vender y se aprovechó. Creímos que era una empresa en la que merecía la pena estar. Fue la primera y también nos pareció que era una buena fórmula para comenzar a trabajar en la idea que teníamos de tomar algunas participaciones que refuercen el arraigo de empresas. El caso de Kaiku es algo distinto. Ahí hay un socio suizo, con el que siempre hemos tenido una magnífica relación y que además siempre ha cumplido sus compromisos. Pero digamos que se planteó la necesidad de mandar una señal, en el sentido de que el Gobierno vasco sigue comprometido con el proyecto de esa empresa.

- Otro tema del pasado, pero que tiene sus lazos con el presente, es Siemens Gamesa. Al parecer, desde la antigua Gamesa se sugirió al Gobierno que tomase una participación para poder influir ante la eventualidad de que alguna multinacional tomase el control. Fue una reunión a la que asistieron el lehendakari y usted como consejera.

- (Sonríe) ¿Quién nos lo propuso?

- Imagino que quien tenía capacidad para hacerlo. Le diré mas. Según esa versión el lehendakari no dijo nada, ni sí ni no, pero usted se opuso.

- (Sonríe más) La antigua Gamesa y la actual Siemens Gamesa son empresas de una dimensión tal que se hacen inaccesibles para la capacidad que puede tener el Gobierno de participar en su accionariado. Son demasiado grandes. Podíamos tomar una participación, pero sería tan insignificante que no serviría para cumplir ese objetivo de influir en el rumbo de la compañía.

- Y sobre la empresa...

- Su presidente nos ha dado garantías de que la empresa mantiene su compromiso con el País Vasco y los proveedores.