2023 ha sido el año de las incertidumbres y 2024 será el de los retos. Si queremos mantener el buen tono del empleo y las cuentas públicas debemos superar la atonía de una Europa muy dañada por los problemas en su industria, por el incremento ... de precios y la contención de las exportaciones. La inflación, el gran reto a resolver, se ha moderado pero no bajará del 3%, lo que dificultará la relajación rápida de la política monetaria. Algo necesario para mantener vivo un consumo e inversión que pueden sufrir en 2024 con el efecto de la contracción monetaria. A nivel internacional, la situación geopolítica tendrá diferentes focos de conflicto. Las tensiones entre EE UU y China y las elecciones en el país norteamericano pueden afectarnos.

Publicidad

Nuestra visión para 2024 sigue siendo de prudencia en un nuevo ejercicio marcado por la desaceleración en muchas economías no emergentes y en Europa, y por una caída de la renta disponible que, impactada por el incremento de costes, puede terminar penalizando consumo y crecimiento.

Es necesario pedir a las instituciones que apuesten por nuestras empresas, dotándolas de la máxima seguridad para la inversión, con un marco jurídico, fiscal y laboral estable, predecible e incentivador del talento. Los profesionales debemos exigirnos mantener los valores que sirvieron a anteriores generaciones en tiempos difíciles: visión a largo plazo, ser pacientes, ver el mundo con flexibilidad, sin dogmatismos, premiar el esfuerzo y ser confiables. Con un mercado laboral en enfriamiento, las oportunidades serán para quienes persistan en estos valores. Es tiempo de primar la excelencia, recuperar el gusto por el esfuerzo y el trabajo bien hecho y resucitar la responsabilidad individual.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad