CaixaBank rechaza intervenir el mercado hipotecario y pide prudencia al Gobierno

«Estamos en una situación de normalización. Lo extraño es que estuviésemos con tipos negativos y no estamos en tipos históricamente altos. Sí hay una subida abrupta y entiendo que haya preocupación. Pero los hechos apuntan a que no hay aumento de morosidad ni impagos. Ante la aparición de mayores dificultades estamos preparados, porque los más interesados en ayudar a los clientes a que puedan hacer sus pagos somos nosotros. Es parte consustancial de nuestra manera de entender la profesión. Llegamos a un acuerdo con el Gobierno para ampliar el código de buenas prácticas y nuestras oficinas están preparadas para cumplirlo aunque tenemos poca demanda de personas en dificultades», ha enfatizado el presidente. Pese a ello, Gonzalo Gortázar, consejero delegado del banco ha admitido que en 2023 esperan «un aumento moderado de la tasa de morosidad».

No comparte la tesis de que las hipotecas necesiten una actuación de limitación de los tipos de interés, como han reclamado la vicepresidenta Yolanda Díaz y otras ministras de Unidas Podemos. «Tenemos un sistema hipotecario que ha funcionado muy bien y que gracias a él el 76% de las familias españolas han podido acceder a una vivienda. Y que el mercado hipotecario funcione bien es clave para los ciudadanos, por eso hay que ser cuidadosos con lo que se hace», ha sentenciado. Junto a ello, Gortázar ha recordado que «estamos en un mercado competitivo», de ahí que la remuneración del ahorro este sometido a muchas variables y ha dado a entender que la banca se va a resistir a ofrecer depósitos a plazo mejor remunerados, «porque no es la mejor fórmula de ahorro. Hay mejores productos, como son los fondos de inversión», ha opinado. Pero, junto a ello ha reconocido que «el aumento de la remuneración de los depósitos será algo inevitable con el paso del tiempo».

El presidente ha apelado a la necesidad de poner en contexto unas cifras de beneficios que son «enormes». Así, ha recordado que durante muchos años la rentabilidad de la banca española ha estado por debajo del coste de capital -la tasa que hay que pagar a los inversores para obtener un rendimiento mínimo-, de ahí que el valor de mercado de los bancos esté situado en torno a la mitad de su valor contable. «Que los bancos ganen dinero también es una buena noticia para el conjunto de la sociedad, porque solo una banca rentable permite financiar una economía. La economía real necesita de una banca potente», ha insistido.

«Cuando te critican tienes que asumirlo aunque no seas partidario», ha dicho Goirigolzarri en torno a los dardos que se han lanzado, algunos desde el propio Gobierno, a propósito de los elevados sueldos de las cúpulas directivas de los bancos españoles. «Tenemos que asumirlo y reflexionar sobre ello», ha indicado el presidente pero sin concretar que ello pueda suponer alguna modificación en la remuneración que concede esta entidad a sus directivos. También relación con el nuevo impuesto a la banca, José Ignacio Goirigolzarri, ha asegurado que CaixaBank está analizando si recurre la legislación aunque por el momento el consejo no ha tomado una decisión. CaixaBank tendrá que abonar en torno a 400 millones de euros como consecuencia del nuevo impuesto, cifra muy superior a los 225 millones de euros que han calculado tanto Banco Santander como BBVA. La razón es que esta nueva tasa grava solo la actividad en España, que es donde CaixaBank tiene la mayor parte de la actividad.

Goirigolzarri no ha querido dejar pasar la ocasión para mostrar su respaldo al conjunto de los empresarios españoles, frente a las críticas que han recibido en los últimos meses de la mano del Gobierno. «Creo en la economía de mercado y frente a quienes abogan por una economía planificada yo prefiero la figura del empresario. Cuando uno mira el proceso de transformación de Mercadona en las últimas décadas es algo extraordinario y Juan Roig, al igual que todos los empresarios de este país, tiene un gran mérito», ha dicho.

En los últimos años hay un tema recurrente que siempre aparece en cualquier comparecencia de los responsables de esta entidad financiera. En octubre de 2017 decidió trasladar su sede social de Barcelona a Valencia, como consecuencia de la deriva independentista de Cataluña, pero sobre todo por las consecuencias que ello tenía en la fuga de capitales del banco. «La sede CaixaBank está en Valencia y nuestra vocación es de permanencia. No es un tema que se plantee ya en el consejo de administración», ha señalado Goirigolzarri tras recordar que «cuando nos fusionamos, tanto Bankia como CaixaBank tenían la sede en Valencia. No es una cuestión de seguridad jurídica, sino una decisión que se adoptó en su momento y que no está en revisión», ha remarcado.