El Gobierno vasco siente «alivio» por cancelación de la compra de BM por Carrefour

Así lo ha señalado este miércoles tras la reunión del Consejo de Gobierno, a la vez que ha insistido en que «el cartel de venta sigue colgado» de las tiendas del grupo Uvesco. Por eso recordó que el Ejecutivo «trata de tejer» una alternativa para apoyar una vía en el entorno de los accionistas vascos de BM. Se trata de garantizar el «arraigo» de la compañía, su empleo y las compras a sus proveedores. «Porque – ha remachado– BM lo merece».

Uvesco tiene una facturación de más de 1.000 millones, cuenta en Euskadi con 183 tiendas, 4.000 empleados y compras por 127 millones a proveedores locales. En total, suma 300 establecimientos en toda España y más de 7.000 personas contratadas.

La segunda cadena de distribución de alimentación vasca, por detrás de Eroski, reparte su propiedad en un 70% mayoritario, que queda en manos de Pai Partners después de que comprara la marca a finales de 2021, y un 30% en manos de accionistas vascos entre los que destaca José Ramón Fernández de Barrena, miembro de la familia que fundó la marca con sede en Irún. En ese 30% se encuentra también una de las herramientas de inversión de la Fundación Artizarra, que precisamente busca apoyar con posiciones estratégicas en el accionariado el arraigo de las empresas en Euskadi.

Pai Partners inició contactos con Carrefour para vender la marca BM a inicios de este año. Las conversaciones avanzaron, aunque el enfriamiento del consumo experimentado en el sector tras el verano frenó el ánimo del gigante francés hasta el punto de que no llegó a sustanciar una oferta por BM. El fondo de inversión valoró la compañía en el entorno de los 800 millones. El cierre de este vía no supone más que ganar tiempo porque Pai Partners no tiene vocación de permanencia en la compañía.

La opción de la adquisición por parte de Carrefour hubiera puesto fin al modelo de BM, por eso su presidente, José Ramón Fernández de Barrena, comenzó una serie de contactos para plantear una alternativa financiera a la salida de Pai Partners que garantizaran la continuidad del proyecto. En esa línea de trabajo es en la que está el Gobierno vasco y para la que Jauregi ha pedido «discreción», el objetivo es garantizar el modelo, «el arraigo en Euskadi, el mantenimiento del empleo y las compras a los proveedores».