El Gobierno vasco reitera su apoyo a la propuesta de Jainaga para tomar el control de Talgo

El consejero se ha referido a la propuesta presentada por el propietario de Sidenor para «hacerse con el control total o parcial» de las acciones de Talgo y ha comprometido de nuevo el «apoyo de la Administración vasca», que se vincularía a una participación directa en el accionariado de la empresa para acompañar al empresario siderúrgico. Eso sí, ha advertido, «se hará siempre que se cumplan algunas condiciones», que no ha detallado pero que previsiblemente están relacionadas con la valoración de las acciones, los compromisos de reforzar la actividad industrial y de investigación y desarrollo en Euskadi -quizá también el traslado de la sede de la compañía que ahora está en Madrid-, así como los que hacen referencia a los proveedores. «Ahora es el momento de trabajar con calma y discreción», ha apuntado.

Jauregi no se ha detenido en medianías a la hora de mostrar las aspiraciones del Gobierno en materia industrial y ha tirado por lo alto. «Ante un momento histórico como el que vivimos, presentamos un presupuesto ambicioso para 2025. Queremos dar un salto cualitativo y posicionar a Euskadi como punta de lanza de la reindustrialización en Europa. Invertiremos para que nuestra industria sea actor principal de la transición energética y la transformación digital», ha señalado. Pero la realidad es que difícilmente se puede ser el motor de la «refundación industrial» del continente con apenas 631 millones de euros de gasto para el próximo año, en un momento en el que las empresas -que son los actores principales- tienen su foco puesto en invertir en otros mercados. Pese a ello, el consejero ha apuntado que en términos comparables -el Departamento ya no tiene Agricultura, como sí figuraba en la pasada legislatura- ha incrementado su capacidad de gasto en un 5,2%, cinco décimas por encima de la media de aumento del conjunto del Presupuesto.

Desde la oposición -los representantes de Bildu y PP- han afeado al consejero el hecho de que vaya a gastar 363.000 euros en contratar con una consultora externa la elaboración y seguimiento del nuevo plan de política industrial -visto el Presupuesto, los compromisos futuros de gasto y la filosofía apenas podrá plantear grandes cambios en relación a lo que ya se conoce-, que verá la luz el próximo año. Jauregi ha tirado ahí de uno de los tópicos habituales para asegurar que «esto se ha hecho siempre», para remarcar que «será liderado por nostros», en referencia a su equipo. Fuentes del propio Gobierno vasco, consultadas por EL CORREO, aseguran que la apreciación del consejero no es del todo rigurosa ya que en la pasada legislatura tan solo se contrató con Orkestra el seguimiento del anterior plan y mediante un contrato de adjudicación directa. Esto, en términos económicos, supone un gasto inferior a 15.000 euros, 24 veces inferior al que ahora se ha presupuestado. El exdiputado general de Gipuzkoa y ahora parlamentario del PNV en la cámara vasca, Markel Olano, ha salido en su auxilio sobre este asunto que ha despertado una lógica polémica, para asegurar que «es bueno que el Gobierno cuenta con ayuda externa porque nosotros solos no podemos. La ayuda es fundamental».

Las cuentas de Industria para el próximo año apenas introducen cambios sobre lo que ha sido la estrategia de gasto del Ejecutivo, con una clara apuesta por la inversión en investigación y desarrollo, tarea a la que se dedicarán 285 millones de euros, lo que implica un aumento del 6,3%. Un incremento por encima de la media que apunta con claridad al deseo de reforzar una de las claves del futuro desarrollo industrial de Euskadi, necesitado de elementos diferenciales para poder competir.

«Mas industria, mejor industria y menos emisiones», ha reiterado el consejero, son los pilares sobre los que se va a centrar la actuación de su Departamento, que destinará 82,6 millones de euros a Sprilur, la sociedad pública que gestiona suelo industrial, ya que esta es una de las carencias importantes que existen en algunas zonas del País Vasco. Además, Jauregi ha anunciado que uno de sus objetivos a corto plazo es liquidar la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi, Shiesa, que depende del Ente Vasco de la Energía, ya que la actividad de exploración y explotación de la 'energía fósil' no entra entra en la estrategia del Ejecutivo.