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No hay tiempo y la tramitación de los parques de generación energética renovable no puede extenderse entre cinco y siete años. Es uno de los mensajes que la consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, ha trasladado esta mañana en el Parlamento vasco. ... La necesidad de reducir la dependencia del gas requiere acelerar la instalación de parques eólicos y fotovoltaicos. Sobre los primeros, en Euskadi no se ha instalado un nuevo molino desde 2006 y actualmente hay solicitudes para unos 400 MW, los últimos 80 MW impulsados por la noruega Statkraft y conocidos ayer mismo.
Es una de las claves del Plan de Contingencia Energética que el Gobierno ha presentado esta mañana en el Parlamento vasco. Se trata del documento con el que el Gabinete Urkullu busca reducir el consumo del gas en Euskadi al menos en un 7%, en la línea de las directrices marcadas por la Unión Europea para hacer frente al corte de suministro del gas ruso.
El documento fue enviado al Gobierno de España la semana pasada y centra en la industria y los hogares una serie de medidas para reducir el consumo. Y es que estos dos sectores representan un tercio del gasto de gas en Euskadi. Un 23% en la industria y el 11% en el consumo residencial. Tapia ha recordado que empresas y ciudadanos cuentan con ayudas públicas para acometer inversiones que doten de más eficiencia su consumo. Las acciones pasan por darlas a conocer e insistir en la incentivación y no en las sanciones. Del mismo modo en las administraciones públicas, impulsando la realización de auditorías para detectar dónde se puede mejorar el consumo. Una línea que se abre también a pequeñas y medianas empresas.
Pero el refuerzo de las renovables es una línea estratégica en la que la consejera Arantxa Tapia ha vuelto a insistir. Y es que el País Vasco acumula un notable retraso en la implantación de energías renovables. Así, tan solo el 5% de la electricidad que se produce en instalaciones vascas es de procedencia eólica –tasa que contrasta con el 24% para el conjunto de España–, al tiempo que existe una gran dependencia de la generación situada fuera de la comunidad autónoma. Únicamente el 10% de la electricidad que consumimos los vascos se produce en Euskadi. La oposición ciudadana ha sido clave en esta congelación de inversiones, al menos en lo que hace referencia a la generación eólica.
El Gobierno vasco ya aprobó en junio un decreto que permite agilizar la tramitación administrativa de estas instalaciones y, en el plan de contingencia energética, le pide también al Ejecutivo central que impulse esta línea en los ámbitos europeos que tienen que analizar la situación.
Además, Tapia ha recordado la necesidad de garantizar la llegada de suministro de Gas Natural Licuado (GNL) por barco para lo que ha pedido al Gobierno de España que endurezca las sanciones para los barcos que se vayan a otros puertos a descargar por recibir mejores ofertas.
En cuanto a la industria electrointensiva, la consejera de Desarrollo Económico, se ha felicitado de que el Gobierno haya recogido que la industria de cogeneración pueda beneficiarse también de la excepción ibérica con el tope al precio del gas. En este sentido ha recordado la petición que también realizaron al Ministerio de Transición Ecológica para que se recupere el régimen de interrumpibilidad y que se extienda al gas.
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