El Gobierno vasco jugará finalmente la carta de Zamudio para convertir a Euskadi en sede de la Agencia Espacial Española (AEE). La apuesta que el Ejecutivo de Iñigo Urkullu había ocultado hasta ayer se conoció de manera confusa, atropellada, después de que una comunicación de ... prensa del Ministerio de Política Territorial incluyera inicialmente a Vitoria entre las 21 localidades del país que aspiraban a convertirse en sede física de la Nasa española. La controvertida nota se anuló y enmendó en poco más de 45 minutos tras una llamada apresurada al Ministerio desde Lakua. Pero dejó huella.
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El «error», asumido por Madrid, generó una polvareda política en Álava y metió en un atolladero a la propia consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, que públicamente y hasta el pasado jueves había incidido en que cualquiera de los tres parques empresariales vascos podrían ser los elegidos. Es más, incluso había insinuado una suerte de candidatura triple. «El espacio físico estará ubicado en alguno de nuestros tres parques tecnológicos. Lo que haremos será presentar varias opciones. Creemos que será suficiente. Y si tuviéramos la suerte de salir ganadores habría que detallar ya en ese momento con cúal de esas sedes nos podríamos quedar», aseguraba hace apenas cuatro días. El plazo para presentar candidaturas ante el Ministerio de Política Territorial expiró el lunes. Así que la apuesta por Zamudio era clara desde mucho antes. Vitoria ni estaba ni se la esperaba.
«Era necesario presentar un municipio y es lo que se ha hecho. Zamudio era la opción más competitiva», justificaban ayer fuentes del Departamento de Desarrollo Económico. En el listado de 21 sedes españolas figuran dos localidades de Guadalajara y otras tantas abanderadas por la Junta de Andalucía (Sevilla y Jerez). Así que más allá de las explicaciones, la falta de claridad de la consejera los últimos días fue lo que provocó ayer la decepción y la crítica política -el contexto preelectoral también contribuyó al ruido- al tiempo que enmudecía a las dos instituciones alavesas, pilotadas por el PNV.
Ni la Diputación ni el Ayuntamiento vitoriano quisieron valorar la apuesta por Zamudio-Bilbao -como se identifica la candidatura vasca-. Sí lo hizo el PSE, socio de los jeltzales en ambas instituciones. La teniente de alcalde en el Consistorio de Vitoria, Maider Etxebarria, admitía sentirse «decepcionada con la decisión del PNV». El PP, por su parte, exigía explicaciones. «Llevamos años viendo cómo el Gobierno vasco y el PNV se oponen al desarrollo de Álava y destinan todas las inversiones a otros territorios del País Vasco, especialmente a Bizkaia», censuraba su presidente alavés, Iñaki Oyarzabal.
Entidades empresariales como la Cámara de Comercio también lamentaban que el Parque Tecnológico de Miñano no hubiera sido la primera opción de Lakua. «Nosotros evidentemente apoyamos el desarrollo económico de Álava», aseguraba su presidente, Gregorio Rojo.
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El recinto empresarial de Vitoria, que acaba de cumplir tres décadas, es el que dispone de mayor superficie disponible de los tres. Ha reforzado además la presencia de empresas ligadas al sector aeroespacial como Orbital Outpost OOX, una 'startup' que desarrolla uno de los proyectos entre los que la NASA escogerá al constructor de su próxima estación espacial. También está la apuesta por el fallido túnel del viento, una instalación polémica que está recuperando la fundación CTA (en la que participan distintas instituciones), y que se pondrá en marcha a partir de este mes. La utilizarán, entre otras empresas, AVS, dedicada al desarrollo de satélites espaciales.
La opción vizcaína
El Gobierno vasco oficializaba recientemente su entrada como socio con un 6% y un asiento en el consejo de administración de ITP Aero, la aeronáutica de la ingeniería vasca Sener, con sede en Zamudio. Esta operación fue, de hecho, uno de los ejemplos que la propia Tapia destacaba el pasado miércoles -cuando se anunció que Euskadi aspiraba a albergar la sede de la Nasa española- para poner en valor la «apuesta firme» por el sector aeroespacial del Ejecutivo autonómico. Zamudio es además la sede central de la ingeniería Satlantis, que el pasado 26 de mayo puso en órbita Urdaneta, el primer satélite artificial vasco.
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La futura sede de la Agencia Espacial Española empezará a funcionar, según la previsión del Gobierno central, en el primer trimestre de 2023 con un presupuesto de unos 500 millones. Trabajará de forma coordinada con la ESA y se encargará de coordinar distintos organismos nacionales y unificar la colaboración internacional. Se centrará en el fomento, la ejecución y el desarrollo de la investigación en la materia, el desarrollo tecnológico y la innovación en el ámbito del espacio, la seguridad y la Defensa. También promoverá el desarrollo de aplicaciones de satélite, así como el uso de datos procedentes por ese tipo de ingenios.
La creación de la Agencia Espacial Española es una vieja reivindicación de la industria aeroespacial y de los científicos. Todos consideran la existencia de una entidad de este tipo clave para un pujante sector industrial y un área de vanguardia del conocimiento. La Ley 17/2022, de 5 de septiembre, autorizó la creación de la entidad y, el pasado sábado, se publicó en el BOE el acuerdo para iniciar el procedimiento para la determinación de la sede física, que decidirá el Gobierno antes de final de año.
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