El Gobierno vasco confirma que la economía de Euskadi crece mucho menos que la española

El Eustat, sin embargo, ha dado una buena noticia al anunciar la revisión de las tasas de crecimiento de los dos años anteriores, siguiendo una recomendación de los servicios de prospectiva de la Unión Europea y con el objetivo de reforzar que las cifras sean más homogéneas en el conjunto de la UE. Así, mientras que hasta ahora se había contabilizado un incremento del 4,4% para la economía vasca en el año 2022, las nuevas cifras suponen un salto importante ya que sitúan esta tasa en el 5,7%. Algo similar ha ocurrido en relación a 2023, ya que frente al 1,8% de crecimiento del PIB que se había estimado, la revisión sitúa el avance del pasado año nada menos que en el 2,7%.

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Ana Barandiaran

El impacto del turismo en la economía española, que ha alcanzado cifras récord en el último verano -no solo en el número de turistas sino también en el valor añadido de la actividad, debido a un importante aumento de los márgenes de negocio-, es la clave para justificar el diferente comportamiento y ese 1,1 puntos de distancia. Las estimaciones para el final del año siguen la misma estela. Así, mientras que el Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido revisar las estimaciones al alza y llevar el aumento del PIB hasta el 2,7%, el Gobierno vasco mantienen por el momento su previsión de que no superará el 1,9%. Desde el Departamento de Economía que dirige el vicelehendakari Mikel Torres han señalado que por ahora prefieren «ser prudentes», a la espera de la elaboración de los Presupuestos de la comunidad autónoma para 2025.

Si la brecha de crecimiento se mantuviese como apuntan ambas estimaciones para el conjunto del año estaríamos ante una distancia de ocho décimas a favor de la economía española. Una distancia importante que significa, en términos comparativos, que Euskadi pierde unos 1.500 millones de aportación de valor en el año. En su vertiente fiscal esa brecha también significa que las administraciones públicas pierden una recaudación de impuestos y aportaciones a la Seguridad Social de unos 550 millones de euros en el año.

La desaceleración de la demanda interna y también la atonía de las exportaciones son los elementos claves del comportamiento de la economía vasca. La industria tan solo ha mejorado en el segundo trimestre el 0,4%, frente al 1,5% de avance del sector de la construcción y el mejor comportamiento, subida del 2,3%, en los servicios. El comercio exterior apenas ha aportado una décima al crecimiento, debido a una evolución pareja de las exportaciones y las importaciones.

El empleo, en términos contables -trabajadores a tiempo completo necesarios, aunque teóricos, para atender el aumento de la producción-, ha crecido en 18.318 personas en el último año.