El Gobierno vasco pone sobre la mesa este año 600 millones en ayudas a pymes

La innovación, la tecnología y las grandes transiciones a las que se enfrenta el tejido productivo vasco, con la energía como vector principal, protagonizan el grueso de un paquete de ayudas que el año pasado coadyuvó a movilizar inversión por valor de «más de 2.000 millones» por parte de las empresas vascas.

Unas empresas, resaltó Tapia, que «a pesar de la tormenta perfecta que supuso la guerra de Ucrania, los elevados costes energéticos y de las materias primas, y la inflación y las consiguientes subidas de tipos, superaron la coyuntura mucho mejor de lo esperado». Eso sí -matizó- el precio a pagar ha sido el de los márgenes, que «inevitablemente» se han visto reducidos. De cara a 2023, la consejera aseguró que el tejido productivo vasco y sus pymes «siguen en la misma tónica de actividad y de inversión, siempre conscientes del tensionamiento que existe en el escenario económico».

El Plan de Ayudas a las Pymes, presentado junto al director general del Grupo Spri, Aitor Urcelai, «es el verdadero instrumento para ayudar a las empresas vascas de cualquier sector a hacer frente a las incertidumbres que se vienen padeciendo en los últimos años, pero sobre todo, para acompañarles en su evidente impulso para seguir creando empleo y riqueza, dinamizar las necesarias transiciones digital, energética y medioambiental, y reactivar la economía vasca en base al modelo inclusivo y sostenible», afirmó Tapia.

El 70% del presupuesto de este amplio paquete de ayudas, concretamente, 413,6 millones de euros, se destina a programas de Tecnología I+D+ i y de Transición Energética. «El impulso a la descarbonización también gana peso en la economía vasca, que creció un 20% entre los años 2005 y 2019 y logró, al mismo tiempo, disminuir las emisiones un 27%», apuntó la consejera. En concreto, detalló que la industria vasca ha reducido un 48% sus emisiones entre 2005 y 2020. Tapia adelantó que Euskadi está trabajando en un nuevo programa de apoyo a la descarbonización de la industria, dotado con 15 millones.

Las ayudas se completan con aportaciones a las inversiones en desarrollo industrial, la alimentaria y la internacionalización, entre otros ámbitos. Y es que, junto a la I+D, atienden a cuestiones como el emprendimiento, la transformación digital, el desarrollo industrial, la transición energética, la internacionalización, la economía en el ámbito rural y litoral, el primer sector, la industria alimentaria, la bioeconomía o la economía circular y el medio ambiente.

Las ayudas a la Transición Energética para las pymes son este año de 191,7 millones, que sumados a los siete millones de los programas para Economía Circular y los 2,9 para Bioeconomía suman 201,6 millones de euros. Destacan también los 61,5 millones para el desarrollo industrial y 20,1 para la internacionalización de las pymes.

Como es ya tradición, los responsables de los distintos departamentos de la consejería de Tapia llevarán a cabo en los próximos días varias reuniones virtuales explicativas del catálogo de ayudas. El próximo viernes será el turno de Tecnología, Innovación y Emprendimiento.

El día 27, la explicaciones se centrarán en todo lo relativo al Medio Ambiente y se dará cuenta también de las ayudas al desarrollo industrial, la internacionalización, la eficiencia energética, las energías renovables y el medio ambiente. Un día después será el turno de la Agricultura, la Pesca y la Política Alimentaria, con el desglose de los apoyos al primer sector y a la industria vasca de la alimentación.