«Queremos saber en manos de quién puede acabar Talgo»

El ministro matizó las declaraciones de su colega de Transportes, Óscar Puente, que señaló que el Ejecutivo «hará todo lo posible» por evitar la operación. Dijo que «no es la tesis» y afirmó que «el proceso de análisis que seguirá el Gobierno es muy profesional». Un modo de advertir sobre la intención de evitar arbitrariedades en una operación que afecta una empresa de un país de la Unión Europea que se ha interesado en adquirir Talgo.

El Gabinete Sánchez ha mostrado dudas en varias ocasiones sobre las posibles conexiones de capital ruso con un grupo industrial liderado por Andras Tombor y apoyado por la Administración del presidente Viktor Orban.

El ministro de Industria confesó que es su deber tratar de asegurar la «producción en España» de trenes con una tecnología puntera «antes de que se hagan en otros países». Una advertencia que no es baladí, ya que la actual dirección de Talgo, así como sus accionistas principales, respaldan la opción húngara para reforzar la capacidad de fabricación. El conglomerado magiar aportaría cinco plantas de producción claves para dar salida a una cartera de pedidos de más de 4.000 millones.

Tras la presentación prevista para el 8 de abril del folleto de la OPA por Talgo –documento en el que se explican los detalles y proyecto industrial de la compra–, Magyar Vagon trasladará la documentación al Gobierno de Pedro Sánchez, en concreto a la Junta de Inversiones Exteriores (Jinvex) dependiente del Ministerio de Economía.