El Gobierno prevé ampliar a 2024 el cambio gratuito de hipoteca variable a fija

Estas medidas fueron recogidas en el real decreto de finales de 2022 para proteger a los hipotecados asfixiados por la escalada del Euríbor, que este diciembre experimentará una bajada pero que ha subido de forma vertical desde 2022, encareciendo las cuotas mensuales en torno a 350 euros. El Código de Buenas Prácticas aprobado entonces vence el 31 de diciembre y el Ministerio de Economía, con Nadia Calviño todavía al frente, se reunirá el lunes con las patronales de la banca –la AEB y la CECA– para diseñar su ampliación para 2024.

En una reunión técnica celebrada ayer, los representantes de Economía confirmaron la intención transmitida por Pedro Sánchez y Calviño de elevar la renta conjunta anual máxima de las familias que pueden beneficiarse del Código de Buenas Prácticas para el alivio hipotecario de hogares de clase media, de los actuales 29.400 euros (3,5 veces el IMPREM) a la «renta media» (37.800 euros). En Euskadi el plan de ayuda para las familias vulnerables ha tenido poco éxito, con solo un millar de solicitudes, según los datos hasta julio.

Lo que sí se ha producido este año es un fuerte trasiego de cambio de hipotecas, tanto por el interés de los usuarios de protegerse del alza del Euríbor como por la lucha feroz entre las entidades por robarse clientes ante la contracción del mercado hipotecario.

Hasta septiembre se contabilizaban en Euskadi un 65% más de subrogaciones de hipotecas (cambio de entidad) hasta sumar un total de 1.060 operaciones de este tipo, aunque esto es solo una parte. En muchas ocasiones el cambio se realiza mediante una cancelación de la hipoteca para luego formalizar una nueva en otra entidad.

En el caso de las subrogaciones, el coste para el cliente es solo el importe de la tasación de la vivienda, que apenas supone 250 euros. Los gastos de notaría, registro o gestoría los asume la entidad. «Nos estamos robando los clientes unos a otros porque el mercado no crece», explica en un banco vasco.

En los últimos meses el mayor gancho está en las hipotecas mixtas, que ofrecen un tipo de en torno al 2,5% los primeros años (de tres a cinco) y luego pasan a un variable del Euríbor más un diferencial. Aunque en principio la comisión no está exenta en este cambio, la mayoría de entidades no la aplican.