Llueve sobre mojado. La relación entre la patronal y Gobierno de España no vive buenos momentos y la rápida reacción del Ejecutivo en contra de la OPA del BBVA sobre el Sabadell conocida este jueves ha enconado aún más las cosas. El presidente de CEOE, ... Antonio Garamendi, ha reclamado el derecho de las empresas que «son libres de actuar, de participar y de hacer ofertas o no» y ha pedido al Gobierno «respeto».
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Ha sido la respuesta al contundente posicionamiento del Ejecutivo de Pedro Sánchez que, no ha tardado ni dos horas este jueves en «rechazar la decisión de BBVA de plantear una OPA hostil a Sabadell, tanto en la forma como en el fondo». A su juicio, la operación introduce «efectos lesivos potenciales» en el sistema financiero español. Además, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha advertido de que el Gobierno «tiene la última palabra» en toda la operación.
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La CEOE, en la que se integra la patronal bancaria (AEB), ha leído la rápida reacción de Moncloa como un movimiento más que algunas fuentes encajan en cierto intervencionismo sobre las empresas. El hecho es que Garamendi ha insistido en que cree que lo que «el Gobierno debería hacer es dejar que las empresas puedan trabajar. Hay una oferta, los accionistas decidirán», tal y como ha señalado en declaraciones en un foro organizado por Expansión.
Mientras el acercamiento del BBVA tenía carácter amistoso y buscaba el apoyo del consejo de administración del Sabadell, se mantuvo desde el Ejecutivo un perfil muy bajo. El propio ministro apenas se había referido al asunto y cuando lo ha hecho ha sido para pedir, desde la máxima prudencia, respeto y trasladar su confianza en los órganos de control. Pero, una vez que este jueves la oferta se ha transformado en OPA a los accionistas del Sabadell en contra del criterio de su consejo de aministración, ha cambiado todo.
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La posición de CEOE, en cambio, ha sido diferente respecto a la de los empresarios catalanes agrupados en Foment del Treball. Su presidente, Josep Sánchez Llibre, ha señalado que temen «la pérdida de la eficacia de un banco muy cercano a las empresas». Y es que la cercanía y conexión del Sabadell con el entorno socioeconómico de Cataluña ha marcado en esa autonomía un rechazo general, también en lo político, que evidencia la influencia de la cita electoral de este domingo.
Los desencuentros entre CEOE y Gobierno se vienen acumulando en los últimos meses. La patronal acusa al Ejecutivo de haber roto el diálogo social con medidas como la subida unilateral de la cotización de las empresas a la Seguridad Social por trabajdor. Y, esta misma semana, por el aumento del subsidio de desempleo pactado solo con sindicatos.
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Garamendi ha denunciado que recibieron una copia este lunes a mediodía para ir a firmarlo al día siguiente. «Estamos hablando de una medida que puede costar 800 millones. Venía sin memoria económica. ¿Eso quién lo va a pagar? ¿Las cotizaciones de la Seguridad Social? ¿Lo va a pagar el Estado? Si no tenemos ni presentación de los Presupuestos del Estado. Y curiosamente ¿a tres días de unas elecciones? Eso no son maneras, no son formas», ha sentenciado
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