Manu Alvarez
Bilbao
Miércoles, 7 de febrero 2024, 07:42
A las calculadoras comienzan a faltarles dígitos para reflejar la suma de pérdidas de la compañía vasca Siemens Gamesa desde 2020, tras una acumulación de problemas que todavía no han encontrado solución. Según la información proporcionada este miércoles, la empresa eólica cerró el último trimestre - ... el primero de su ejercicio fiscal, de octubre a diciembre- con unas pérdidas de 426 millones de euros. El dato, pese a todo, puede verse también con perspectiva positiva ya que supone algo menos de la mitad de los 884 millones que esta misma compañía perdió en los tres primeros meses del pasado ejercicio.
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Mientras tanto, la matriz alemana de la firma, la multinacional Siemens Energy, ha encontrado en los recursos extraordinarios un balón de oxígeno para salvar la cara en este arranque del año y cerrar con un beneficio de 1.582 millones de euros. Un resultado positivo que está muy relacionado con la venta del 18% de una filial en India que ha traspasado a Siemens, en una operación que forma parte del esquema para intentar sacar adelante la compañía de bienes de equipo eléctrico. Junto a ello, la empresa ha destacado la buena marcha de la división de generación marina, cuya cartera de pedidos sigue creciendo, además de haber incrementado sus márgenes de negocio.
Gamesa no consigue remontar su situación porque no ha encontrado todavía una solución fiable para los fallos detectados en dos modelos de generadores eólicos terrestres, las plataformas 4.X y 5.X, que debían ser las estrellas de este segmento de mercado. La producción está parada y sus responsables no han anunciado todavía una fecha estimada para reanudar la actividad fabril y también las ventas, paralizadas desde hace meses. Algunas fuentes señalan que quizá la fabricación no se reanude en todo lo que queda de 2024, a la espera de depurar los defectos encontrados en la fabricación de palas -algo que la empresa hace en una factoría ubicada en Portugal-, así como en la mecánica del rotor. Estos problemas generan importantes vibraciones en los equipos, que llegan a autodestruirse al no poder ser compensados por sus sistemas electrónicos de control.
El holding Siemens Energy ya ha anticipado al mercado que sus resultados positivos en el primer trimestre -esos 1.582 millones de beneficio- son un espejismo pasajero provocado por los beneficios extraordinarios, al tiempo que mantiene su perspectiva pesimista para lo que queda de año. Y ello pese a que en el resto de áreas de actividad, al margen de Siemens Gamesa, la situación de mercado es muy buena, con una especial incidencia en la demanda que existe en el equipamiento de nuevas redes de distribución eléctrica. La multinacional ha anotado en los tres primeros meses ventas por un importe de 7.600 millones de euros, lo que supone un aumento del 12,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior. En la actualidad, su cartera de pedidos se eleva a 118.000 millones de euros.
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Mientras tanto, Siemens Energy mantiene abiertas las negociaciones con el Gobierno español de cara a encontrar ayudas financieras para respaldar el proceso de recuperación de Gamesa en los próximos meses. Las pérdidas acumuladas han generado temores en el sector financiero, de ahí que Siemens Energy haya pedido al Ejecutivo de Pedro Sánchez -también lo ha hecho a los gobiernos de Alemania y Dinamarca- la concesión de avales. En una reciente comparecencia el presidente español aseguró que su gabinete estaba dispuesto a materializar esa ayuda, al considerar que la empresa es un activo importante para España y también para el proceso de transición energética.
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