Siemens Gamesa continúa su travesía por el desierto. No se despega de las pérdidas, pero sí logra mantener el avance mejorando su endeudamiento. Según los resultados de su primer trimestre de ejercicio fiscal -arranca el año en octubre-, las pérdidas se han reducido en un ... 12% convirtiendo los 424 millones del año pasado en 374 millones, y es que el objetivo de la compañía es cerrar este 2025 con unos números rojos de 1.300 millones. Abultados, sí, pero menos que los 1.781 del año anterior y muchísimo más livianos que los 4.347 de 2023.
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Una de las principales causas de estas pérdidas fueron los problemas en las plataformas 4.X y 5.X. Se trata de los aerogeneradores terrestres más potentes con una capacidad de entre 4 y 5 megawatios que eran una de las joyas de la expansión de la energía eólica. Los problemas en las palas y en el sistema interno del aero provocaron la suspensión de entregas y averías que hundieron financieramente a la empresa con las indemnizaciones y la paralización de las ventas.
Aunque los problemas no están resueltos todavía, la previsión de Siemens Gamesa es entregar los primeros molinos de este tipo a finales de este año, con lo que puede comenzar la actividad comercial. Además, los pedidos han crecido con fuerza gracias a la eólica marina con importantes acuerdos en Asia. El más importante es el de Japón que podría llegar a las 71 turbinas de 15 MW y que podría ascender a más de 2.600 millones.
La cartera de trabajo presenta uno de los datos más positivos para la empresa con un crecimiento del 50% y con 2.435 millones. En cuanto a las ventas, en el primer trimestre del ejercicio fiscal, escalaron un 18% hasta los 2.418 millones. Así lo ha señalado la matriz de la empresa vasco germana, Siemens Energy al presentar sus resultados este martes.
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Aun así, la división de la antigua Gamesa está centrada en la eólica terrestre -onshore- que es la que está más afectada por la crisis y a la que afectan las instalaciones de España.
El objetivo de Siemens Gamesa, tras un turbulento de proceso que pasa por la venta de activos y fábricas en España, es cerrar en 2026 el primer ejercicio sin pérdidas. Para ello, además, afronta un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 250 personas en España. El planteamiento inicial llegó a cifrar los afectados en 423. Una cantidad que, en todo el grupo alcanzaba, cuando se anunció a 4.000 personas.
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