Imagen del centro que tiene Siemens Gamesa en la localidad navarra de Sarriguren. E. C.

Gamesa arrastra sus problemas diez meses después de parar la producción

La compañía no consigue concretar cuándo podrá reanudar la venta de sus generadores terrestres, afectados por serias deficiencias técnicas

Viernes, 5 de abril 2024, 00:38

Siemens Gamesa paralizó hace diez meses la producción en España de sus principales aerogeneradores terrestres -las plataformas 4.X y 5.X- por los problemas técnicos detectados en estos equipos y la suspensión de la actividad no solo se mantiene sino que de momento tampoco ... hay encima de la mesa ninguna previsión de vuelta a la normalidad. «No hay fecha», es la única declaración que se puede obtener a día de hoy de los portavoces oficiales de la compañía, mientras en el seno de la empresa cunde el nerviosismo porque esta extraña situación ha ido más lejos de lo que inicialmente se podía prever.

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Las consecuencias económicas responden a ese viejo esquema contable del 'suma y sigue'. Siemens Energy, la multinacional germana propietaria de la empresa eólica que tiene su sede fiscal en la localidad vizcaína de Zamudio, perdió el pasado año 4.532 millones de euros lastrada por el 'agujero negro' abierto por el proyecto de estos aerogeneradores. Las previsiones para el ejercicio actual, en esta coyuntura, no son precisamente halagüeñas.

Malas vibraciones

Los primeros problemas se detectaron a comienzos de 2023. Los aerogeneradores terrestres más modernos de Siemens Gamesa eran objeto de una 'extraña enfermedad'. Las palas generaban una vibración que los sistemas de control no eran capaces de compensar, de tal forma que terminaban por dañar el eje del rotor. Al final, las máquinas se autodestruían. En febrero de ese año el consejero delegado de la compañía, Jochen Eickholt, admitía en público las deficiencias pero lanzaba un tranquilizador «sabemos dónde están los problemas y cómo solucionarlos». Apenas unos meses después se reveló inexacta la afirmación, porque Siemens Energy reconocía unas pérdidas milmillonarias como consecuencia de las indemnizaciones que tenía que abonar a sus clientes. A unos por los retrasos en las entregas de aerogeneradores y a otros porque las unidades afectadas y ya en servicio -unas 200 según estimaciones no oficiales- tenían un rendimiento por debajo del comprometido en los contratos.

La clave

  • 4.532 millones de euros perdió Siemens Energy, propietaria de la empresa, en el último año

Al mismo tiempo que realizaba este anuncio, el pasado mes de junio, la dirección de Siemens Gamesa decidía paralizar la fabricación de estas unidades -es la actividad principal de la factoría de Agreda, en Soria- y también las ventas. De forma paralela creó varios grupos de trabajo enfocados en analizar los problemas y encontrar las soluciones. El tiempo transcurrido desde entonces ha venido a demostrar que no era una tarea sencilla.

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Recientemente, el responsable de Repsol Renovables, Joao Costeira, desvelaba en unas declaraciones a la agencia Bloomberg que Siemens Gamesa había comenzado a trasladar un mensaje positivo a sus clientes de aerogeneradores. Esto es, la idea de que estaba cerca el final del túnel y que al fondo había luz y la reactivación de la producción de equipos. La compañía no lo confirma, pide «prudencia» y tan solo indica que «queremos volver a vender y fabricar cuanto antes. Pero todavía no hay fecha».

Solo rumores

Los rumores internos en la empresa apuntan a la posibilidad de que puedan reanudarse las ventas y la producción el próximo mes de mayo, aunque sólo de la plataforma 4.X. Incluso en esa tesis -que otras fuentes internas califican como «excesivamente optimista»- el aerogenerador estrella de la compañía, su último grito para la generación eólica en tierra, el 5.X, quedaría todavía en el alero. Es un equipo diseñado para generar casi 6 megavatios de electricidad a la hora -suficiente para atender las necesidades de unas 1.500 viviendas-, con un rotor de 170 metros de longitud, en el que se habían centrado buena parte de las esperanzas sobre el futuro de la compañía.

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Un pozo ¿sin fondo?

Los retrasos en las entregas de los equipos ya vendidos aumentan el gasto en indemnizaciones

Algunos especialistas del sector creen que ha sido precisamente la carrera un tanto enloquecida de los fabricantes de aerogeneradores -ofrecer más potencia y con ello mayor rentabilidad-, la auténtica clave que explica la actual situación de Siemens Gamesa: el lanzamiento al mercado de productos que no han sido suficientemente testados y que se convierten en un boomerang para la compañía. En vez de electricidad solo generan pérdidas.

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