El futuro llegará cuando el 5G opere

En el estudio se ha analizado cuánto de ese volumen de negocio de 23.300 millones de euros pueden ingresarlo los operadores de telecomunicaciones en España y ha concluido que esta cifra podría elevarse hasta los 11.000 millones de euros. Esto se debe a que los operadores pueden tener hasta un 89 por ciento de la cuota de mercado en el negocio de la conectividad e infraestructuras, con una facturación total de hasta 4.100 millones; del 52 por ciento en el negocio de plataformas para gestionar esa conectividad, con una facturación total de hasta 11.500 millones, y del 18 por ciento en aplicaciones de uso finales, con una facturación total de 7.800 millones. Así, esos 11.000 millones de ingresos que aportaría el 5G a los operadores en 2026 procederían principalmente del negocio de la conectividad e infraestructuras (unos 3.700 millones) y del de las plataformas para gestionar esa conectividad (unos 6.000 millones).

El director de Estrategia, Marketing y Comunicación de Ericsson en España, Iván Rejón, destacó durante una rueda de prensa la trascendencia que tendrá el 5G para múltiples sectores de la economía. En dicha presentación expresó su preocupación porque en España «hoy por hoy no existe» un plan para el 5G, frente a lo que ocurre en otros países como el Reino Unido, Alemania, EE.UU. o Suecia. A su juicio, la fecha límite para contar con un plan de este tipo, para no perder el paso con respecto a otros países europeos, sería finales de este año y en él deberían incluirse fechas claras sobre la subasta de espectro para 5G, incentivos «en el más amplio sentido de la palabra» y «una apuesta decidida» por esta tecnología móvil.

Por otra parte, Nokia, uno de los mayores fabricantes mundiales de redes de telecomunicaciones, indicó en un comunicado que va a ampliar su enfoque a múltiples áreas relacionadas con la tecnología 5G, incluidas la banda ancha móvil mejorada y las comunicaciones de latencia ultra baja. La compañía finlandesa señaló que quiere impulsar la adopción de estándares técnicos 3GPP que unifiquen la industria, y pidió a los gobiernos y autoridades reguladoras que autoricen el uso del espectro en bandas de baja, media y alta frecuencia para que puedan realizarse los ensayos necesarios.

Por su parte, el consejero delegado de Cellnex, Tobías Martínez, ha añadido que la clave en el despliegue del 5G será responder al reto tecnológico de la latencia» (velocidad de respuesta). El 5G supondrá crecimientos del tráfico de datos en movilidad del 600 por ciento en los próximos cinco años (muy basado en la descarga de contenidos audiovisuales); una rapidez hasta 1.000 veces superior que la del 3G; y una latencia de hasta 1 milisegundo (100 veces inferior al 4G).

Algunas claves del despliegue del 5G serán las redes DAS (sistemas distribuidos de antena) y small cells, en las que CommsCon es uno de los principales expertos en Europa; y también los nodos de infraestructuras de gran capacidad y alcance distribuidos en el territorio -como los gestionados por Alticom en Holanda-, que aseguren las latencias que requerirá el 5G.

El analista de XTB Álvaro García-Capelo se muestra reacio a creer que España será pionera en este sentido por el tipo de regulación existente. Hasta el 2020 no se comenzará a implantar esta nueva conectividad. Aún así, el 5G se convierte en una gran oportunidad a largo plazo para dos valores del Ibex 35: Cellnex y Telefónica. La primera por su «tecnología» y la segunda por su «tamaño», según afirma García-Capelo. El analista hace hincapié en que, sobre todo a Cellnex le beneficiaría el 5G. «Ya se están expandiendo por toda Europa de manera rápida y efectiva», señala. La iniciativa de la revolución debe ser privada, pero el Estado tiene que «dar los permisos y crear el marco regulatorio», afirman desde XTB. Además, agregan que el 4G aún es muy joven en España y que existirá mínimo hasta el 2030. Fuentes del sector aseguran que las tecnologías 3G, 4G y 5G coexistirán varios años de forma paralela, pero que se trata de algo normal.

Cabe destacar que a día de hoy aún no existe un estándar tecnológico definido en cuanto al 5G se refiere. Se espera que llegue a finales de 2018 y madure durante el 2019, que será cuando esté disponible. Las mismas fuentes aseguran que estas son las fechas que manejan las grandes compañías, que van en paralelo con las que lleva el Estado. En el mercado pocos o ningún analista está factorizando el 5G.

Pero si es verdad que aplauden y benefician a movimientos corporativos relacionados con este ámbito, como fue el caso de la compra de Alticom por parte de Cellnex. Con todo ello, el secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital, José María Lassalle, ha admitido que España no va a estar entre los primeros países en el desarrollo de la nueva tecnología móvil 5G, pero tampoco entre los últimos, sino que mantendrá una posición «razonable» y «sensata». Ha afirmado que el objetivo de España no es ser uno de los primero países en cuanto a 5G se refiere. El objetivo, ha remarcado José María Lassalle, es tratar «de equilibrar la cobertura final de toda la inversión que se está haciendo en 4G, pero sin obviar que la quinta generación de cobertura es un horizonte imprescindible para cualquier país.