- Recientemente, Pedro Azpiazu dijo que no le gustaría seguir en el Gobierno como titular de Economía y Hacienda. Dejó abierta la puerta a otros cometidos. Y usted, ¿seguiría?
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- A ver. Primero, tengo todavía una tarea interesante antes de terminar la legislatura, con ... proyectos fantásticos.
- Voy a insistir porque creo que no me ha respondido.
- Tengo un equipo también fantástico y creo que podría estar aquí hasta que cumpla los 100 años. Por fuerza, ganas e ilusión podría seguir. Seguro que se nos ocurrían muchas cosas por hacer. Digo esa edad porque la familia por parte de madre es muy longeva. Pero ahora, más en serio, quien llegue tiene toda la libertad para decidir su equipo. Soy muy respetuosa con este tipo de cosas.
- Seguro que Imanol Pradales le parece un magnífico candidato a lehendakari, ¿no?
- Sin duda, y tengo una excelente relación con él. Nos conocemos desde hace muchos años. Recuerdo que nos conocimos en una situación muy curiosa, en 2005. Fue en un programa de debate de ETB. Yo era viceconsejera de Transportes y el tema del programa giraba en torno al tren de alta velocidad. Había dos participantes en el programa que estaban en contra y dos que estábamos a favor. Éramos Imanol y yo. Confío en que salga elegido cuando terminemos el proceso en el partido y estoy segura de que será un gran lehendakari.
- ¿Qué se le ha quedado en el cajón? Me refiero a algún proyecto, a conseguir algo que no haya sido posible en esta legislatura y que le puede dejar una sensación de trabajo inacabado el día después.
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- Lo tengo claro. Ver un parque eólico nuevo en Euskadi, al menos en el inicio de su construcción. Me va a dar pena no haber llegado a ese hito.
- Creo que el último en el País Vasco se construyó en 2006 y es muy pequeño. Es el que está ubicado en el muelle de Punta Lucero, en el Puerto de Bilbao. ¿Cuándo cree que habrá uno nuevo?
- En construcción creo que a finales de 2024.
- El Gobierno vasco ha propuesto hacer un experimento con la jornada laboral semanal de 32 horas. ¿No podían haberlo experimentado en el propio Consejo de Gobierno? Digamos que con la mitad de los consejeros. Ustedes incluso suelen alargarla los fines de semana con actos de partido.
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- Quizá deberíamos…
- Pero, ahora en serio, ¿cuál es su opinión sobre este tema?
- Creo que más que pensar en si la jornada laboral es de 32 o de 35 o de 40 horas, debemos centrarnos en cómo de competitivos tenemos que ser, cómo tenemos que trabajar para que nuestras empresas sigan en el mundo y compitan con sus iguales en Europa o Estados Unidos. Hay que decidir cuántas horas son al año, qué flexibilidad hay que tener, si debe haber teletrabajo o no o incluso cuánto tiempo hay que dedicar a la comida. No puede ser que empecemos a trabajar a las ocho de la mañana y sigamos a las ocho de la noche con la misma concentración.
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