La flota de bonito teme un prematuro cierre al superar ya el 70% de la cuota

Las buenas cifras de pesca y venta contrastan con la mala perspectiva que tiene el sector sobre su futuro más inmediato. A menos de un mes para terminar la campaña, no saben qué pasará con ellos cuando tengan prohibido pescar más bonito.

«Tenemos todavía cuota de anchoa para pescar», recuerda el presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Eugenio Elduayen. En Getaria, el martes de la pasada semana se llegaron a recibir cerca de 380.000 kilos y durante muchos días se ha producido un ritmo fuerte de capturas.

España tiene asignadas un total de 16.620 toneladas de cuota nacional, determinadas por la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico, que destina a la Unión Europea algo más de 33.000 toneladas. «La solución pasa por ampliar el cupo que se nos deja pescar. Es la mejor solución para volver a tener campañas como las de antes, que se alargaban hasta octubre», destaca Tomás Badiola, presidente de la Cofradía de Pescadores 'Virgen de las Mareas' de Avilés.

Pero esa cuota se revisa cada tres años y toca hacerlo este ejercicio, por lo que esta temporada será casi imposible que se les permita salir a faenar una vez tengan cubierta la cuota. «Francia, Irlanda, Portugal y nosotros estamos pescando y va a ser difícil que nos cedan cuota, con lo que vamos a esperar a ver cómo va el mes de agosto. Tampoco podemos lanzar campanas al vuelo porque la mar es imprevisible», añade.

En el sentir de los arrantzales existe alegría por el buen ritmo de capturas y precios, pero preocupación por el futuro de las campañas, una vez que se decrete el cierre y las pocas alternativas de sacar rentabilidad a las especies desde septiembre a noviembre.

Eso sí, los precios están siendo satisfactorios para el conjunto de estos barcos. El bonito mediano -de 4 a 7 kilos-, se ha pagado entre 3,40 euros el kilo y 3,50 euros, mientras que el bonito grande -de 7 a 11 kilos- oscila entre 3,60 y 4 euros kilo. Las ventas están siendo realizadas, mayoritariamente, al sector conservero.

Tradicionalmente, la campaña del bonito se alargaba hasta octubre, pero en los tres últimos años va camino de finalizar antes por la gran presencia de la especie en el Golfo de Bizkaia, y especialmente por las reducciones de cuotas a las que se han visto sometidos los arrantzales.