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Euskadi registrará este año un nuevo récord de ingresos fiscales, como así constató ayer el Consejo Vasco de Finanzas (CVF), que calcula un alza recaudatoria del 2,7%, hasta llegar a los 15.386 millones de euros. Semejante porcentaje de incremento no dice mucho en ... frío, pero muestra un escenario fiscal y presupuestario notable. Las haciendas vascas van a ingresar 120,7 millones más de lo que habían previsto, lo que permitirá que el cierre de 2019 supere en 404,5 millones al registrado un año antes, en 2018.
Ante esta favorable evolución de los ingresos, el conjunto del entramado institucional vasco –Gobierno vasco, diputaciones forales y ayuntamientos, todos ellos integrados en el Consejo Vasco de Finanzas– se mostró unánime al denunciar que estos mayores ingresos no podrán destinarse por completo a aumentar la inversión productiva y el gasto social, ya que Euskadi ha de cumplir las condiciones establecidas en la regla de gasto que marca la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Este gran marco viene definido por la disciplina que exige la Unión Europea, aunque después es el Gobierno español el que atribuye a cada comunidad autónoma las posibilidades máximas de gasto, déficit y endeudamiento. Las administraciones vascas insistieron al unísono en que no se debe tratar a Euskadi como a otras comunidades con menor seriedad en sus cuentas públicas. Lo explicó el consejero de Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu. Recalcó que las administraciones vascas tienen unas «cuentas saneadas y poco endeudadas», que bien podrían compararse con las alemanas. Y además, en el caso de Euskadi la deuda queda muy por debajo del límite del 20% del PIB –está en el 14,3%, la segunda cifra menor de España tras Canarias–. Por ese motivo, reclamó mayores «márgenes de actuación» para el País Vasco, con una solvencia económica más que acreditada.
Un ejemplo práctico de este corsé presupuestario lo ilustró el diputado general vizcaíno, Unai Rementeria. Dijo que para el territorio «supone entre 55 y 60 millones de euros menos de gasto entre 2019 y 2020», por lo que dicha normativa «se ha convertido en un freno para Bizkaia, limitando nuestra capacidad de inversión productiva».
Además de esta reivindicación, el ConsejoVasco de Finanzas de ayer quiso poner de manifiesto que la previsión de recaudación muestra cómo la economía vasca goza de un estado «saludable». Y que en 2020, como especificó el diputado general de Álava,Ramiro González, se mantendrá el crecimiento económico, la creación de empleo y las alzas recaudatorias. Aunque sin triunfalismos, porque «nos encontramos con un entorno de cierta inestabilidad exterior por los aranceles de EE UU, el Brexit y la incertidumbre política española».
El incremento fiscal del 2,7% previsto para el conjunto del País Vasco en 2019 se asienta en una fuerte remontada de la recaudación guipuzcoana en los meses finales del ejercicio tras un año titubeante, en el que ha estado rezagada en relación a los otros dos territorios. Estima que subirá un 3,4%, seguida de Bizkaia, con un 2,7%, y Álava con un 1,3%. El aumento que se pronosticó para toda la comunidad autónoma era del 1,9%, habiéndose ido al final hasta el 2,7%.
Esta mejora de ingresos se sustenta principalmente en el IRPF, gracias al incremento de las retenciones por la creación de empleo y las subidas salariales del 2% como media en los convenios vascos. Al mismo tiempo, se mitiga el impacto que tuvieron a principios de año las devoluciones de las retenciones por maternidad y paternidad. Donde cae la previsión de ingreso es en el Impuesto Sobre Sociedades, con un -10,22% este año y otro -1,39% el próximo. Responde a los efectos de la rebaja del tipo impositivo al 24% fijado en la última reforma fiscal. El IVA crecerá en torno a un 2% este año y el próximo, mientras que los Impuestos Especiales subirán este ejercicio casi un 15% por el alza de precios de los carburantes.
En lo que también estuvieron de acuerdo los tres diputados generales y el Gobierno vasco fue en señalar que están trabajando en la reforma de la Ley de Aportaciones, pero sin que por el momento haya fecha alguna prevista para su culminación.
Los tres representantes municipales se estrenaban ayer en el Consejo a raíz del relevo por las elecciones municipales de primavera. El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, aprovechó la ocasión y el soleado día de otoño, con unos inusuales 18 grados, para acudir a la reunión en bicicleta sin que le molestase el traje o la corbata. Tuvo que esperar a que llegaran las alcaldesas de Gordexola y Azpeitia, Ángela Eguia y Nagore Alkorta, para entrar andando. También se estrenaba la diputada de Hacienda alavesa, Itziar Gonzalo de Zuazo, que fue en una Mercedes Clase V, un modelo de los fabricados en Vitoria.
En todo momento los integrantes del Consejo Vasco de Finanzas sostuvieron que estas previsiones demuestran que los cálculos realizados hace un año «han sido acertados» y también «prudentes», pero a pesar del crecimiento que esperan abogan por la «cautela» ante las incertidumbres que acechan al escenario económico internacional.
Este remontada impositiva se debe, según explicaron los diputados generales, a que se mantiene el crecimiento económico, con creación de empleo y se mitigan los efectos de las devoluciones de las retenciones de maternidad y paternidad que castigaron el saldo del IRPF en los primeros meses del año. En esta línea, Rementeria ha indicado que los ingresos en Bizkaia se han mantenido estables durante todo el año, González que en Álava se mitigan las devoluciones por maternidad y paternidad y Olano que en Gipuzkoa el crecimiento recaudatorio es una constante desde hace seis años.
El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu destacó el crecimiento que se registra en los ingresos del IRPF como muestra de la buena evolución del empleo este año y el siguiente, lo que beneficia a la recaudación y también que la subida media de los salarios en los convenios colectivos ronda el 2%.
La figura impositiva que muestra cómo van las empresas, el Impuesto sobre Sociedades, mejora sus ingresos en 2019, aunque descienden en la previsión de 2020, pero ello responde, según Unai Rementeria, a los efectos de la reforma del impuesto por la cual se ha rebajado el tipo en dos puntos y actualmente está en el 24%.
En todo momento los integrantes del Consejo Vasco de Finanzas han querido transmitir una imagen de unidad, sin disensiones y capacidad de llegar a acuerdos. La duración misma de la reunión de este viernes -menos de una hora- mostraba cómo podían ponerse de acuerdo en la estimación de los ingresos de 2019 y 2020, las fijación de las aportaciones de cada Diputación al Gobierno vasco -Bizkaia 5.277 millones, Gipuzkoa 3.492 millones y Álava 1.704- y también con el Fondo General de Ajuste que repartirá 137,9 millones, de ellos 57 millones para Álava y 81 millones para Gipuzkoa.
Todo esto en menos de una hora, ya que en esta reunión no se ha tratado la reforma de la Ley de Aportaciones, que expiró en 2011 y está en prórroga desde entonces, que es la que determina el sistema del reparto de los ingresos fiscales y que reiteradas veces provoca diferencias y choques entre las Diputaciones.
El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, dijo que a pesar del retraso que lleva la reforma legislativa, no se han marcado plazos para su ejecución, pero ha insistido en que existe un grupo de trabajo en el seno del Consejo Vasco de Fianzas que tiene muy avanzado por donde podría ir la reforma.
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