Euskadi recauda 730 millones más hasta agosto, pero el IVA se estanca

Lo que vuelve a dar síntomas de enfriamiento es el IVA. El impuesto más sensible a la fluctuación de precios y al comportamiento del consumo cosecha su segundo mes consecutivo con un frenazo. En este caso, una caída en todo el País Vasco del 0,4%, que sigue al empate que ofreció el mes de julio.

La tendencia es parecida en cada uno de los territorios. Bizkaia y Gipuzkoa cosechan unos retrocesos leves del 1,6% y del 0,16%, respectivamente, mientras que Álava aguanta con una subida en el IVA del 2%, muy por debajo de los crecimientos de IRPF o Sociedades. Más allá de los efectos de los ajustes con la Administración General del Estado en este impuesto indirecto, la tendencia refleja un enfriamiento del consumo castigado por la subida de precios. Y es que a pesar de que el IPC ascendió un 2,7% en Euskadi el mes pasado, no se refleja en la recaudación.

El empleo sigue siendo el principal motor fiscal. Así, gracias a las retenciones en las nóminas de los trabajadores, el Impuesto sobre la Renta creció un 9% con 4.440 millones, casi la mitad del total de la recaudación. El mercado laboral, con un paro en Euskadi por debajo del 8% sigue siendo uno de los resortes para hacer frente a una situación complicada por el aumento del coste de la vida y la subida de los tipos de interés.

Las empresas, a pesar de todo, escapan de momento al frenazo económico de Europa y a la caída de las exportaciones de la industria vasca en el segundo trimestre del año. Así, Sociedades, el impuesto que grava sus ganancias es el que más creció con un 18,6% alcanzando los 1.272 millones de euros.

Estas cifras recogen la rendición de cuentas de las empresas realizada en julio por el pasado ejercicio. El año 2022 fue bueno y la actividad, hasta ahora, está aguantando. De hecho el Gobierno vasco mejoró las previsiones de crecimiento para este 2023 hasta el 1,6% del PIB.

Esta situación ha mejorado el peso de los tributos directos -aquellos en los que hay progresividad y se paga en función de las ganancias- que suben hasta representar un 54% del total de la recaudación. En ejercicios anteriores, los impuestos indirectos, como el IVA -que gravan el consumo castigando por igual a todo tipo de rentas- habían llegado a representar más de la mitad de los ingresos de las haciendas con subidas anuales de más del 10% por la subida de los precios.