«No veo una fecha de caducidad a Sánchez, incluso sin Presupuesto»

– Me ha sorprendido y me ha asustado. No es lo mismo que un partido de extrema derecha entre un Parlamento de un país con una tradición democrática larga. España es diferente y creo que estos experimentos pueden acabar mal. Y me sorprende también la insensibilidad del PP y Ciudadanos de no darse cuenta de la gravedad de lo que está ocurriendo.

– PP y C's ya han advertido de que el PSOE no puede exigir nada tras pactar con el independentismo catalán y gobernar gracias a él.

– No tiene nada que ver. Es un argumento falaz. El Gobierno de Pedro Sánchez, para ganar la moción de censura, no pactó con nadie. Ofreció la posibilidad de acabar con un Gobierno del PP seriamente afectado por la corrupción y le apoyaron. Y a la vista de sus decisiones, nadie podrá decir que ha cedido nada que no entre dentro del marco constitucional. Dialogar no va en contra de este marco.

– España se ha subido al tren europeo de la ultraderecha. ¿Por qué?

– Siempre he dicho que en España, las tensiones de tipo irracional, que son las que sustentan posiciones extremas, se aliviaban porque teníamos tensiones internas territoriales nacionalistas. Y ahora, estas tensiones fuertes en Cataluña han provocado la emergencia tan fuerte de Vox. Tenemos dos tensiones que ojalá no se autoalimenten.

– ¿Cuánta vida pronostica al Gobierno de Pedro Sánchez?

– Lo que dure la posibilidad de seguir tomando decisiones importantes en el Congreso.

– Se lo pregunto de otra forma. ¿Un Gobierno puede aguantar mucho tiempo a golpe de decretos y con un Presupuesto que no es el suyo?

– Los Presupuestos no dejan de ser un instrumento. Lo deseable es que los haya, sí, pero en el caso de que tener que prorrogarlos, si Sánchez es capaz de seguir aprobando la decisiones que necesita este país, no creo que haya una fecha de caducidad más allá del límite legal.

– Bruselas no se cree el presupuesto español. ¿Preocupante?

– No es extraño que sus funcionarios tengan los mismos interrogantes que tenemos los españoles sobre qué va a pasar con los Presupuestos, si se van a poder tomar medidas para reducir el déficit, la deuda...

– El euro llega a su veinte aniversario en un momento en el que dar un paso en favor de la integración de la Unión Económica y Monetaria cuesta un mundo.

– He visto una foto de todos los líderes sosteniendo unas monedas gigantes, sonriendo... Yo era comisario de Economía cuando celebramos el décimo aniversario y a los tres meses, estalló la crisis de Lehman Brothers. Es mejor gestionar bien el euro y prohibir los aniversarios, dejarlos para los historiadores.

– ¿Por qué esta falta de ambición?

– Los gobiernos tienen más miedo a esta integración europea que los ciudadanos que les votan. Están demasiado influidos por minorías ultras y egoísmos nacionales. En muchos Estados miembros tenemos unos liderazgos con minúsculas, que son temerosos y egoístas.

– ¿La próxima gran crisis está más cerca de lo que se piensa?

– Me preocupa mucho Italia...

– ¿Qué va a pasar con su histórico desafío a Bruselas?

– Es la única economía del euro que lleva quince años sin crecer. Hay un problema italiano que sus dirigentes no saben solucionar y parece que quieren incluso empeorar.

–¿Europa está preparada para afrontar la próxima crisis?

– Europa debería estar preparada para evitarla, no para afrontarla. La sensación es que los líderes políticos saben lo que deben hacer, pero no se atreven a hacerlo.

– En Euskadi, los sindicatos de La Naval siguen acordándose mucho de usted por la crítica situación de la empresa. ¿Se arrepiente de alguna decisión que tomó como comisario de Competencia?

– Yo no tengo nada que ver con la crítica situación de La Naval. Hubo un conflicto con ayudas de Estado, pero no a los astilleros, sino a aquellos que se garantizaban rebajas sustanciales de impuestos por participar en la financiación de los que compraban barcos. Pero este conflicto nada tiene que ver con la situación de La Naval, que viene arrastrando problemas hace muchos años. Dejé Bruselas hace cuatro años y un mes y no creo que sigan arrastrando las consecuencias de una decisión que tomé aplicando las reglas de la UE.

– ¿El rescate público es posible?

– Las reglas de las ayudas de Estado son conocidas por todos. La Comisión tiene la obligación y la responsabilidad de aplicarlas y, luego, el Tribunal de la UE, de interpretarlas. Un TJUE que suele respaldar las decisiones de la Comisión, muchas mías.