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Vender un 90% de la producción fuera de España y más de la mitad más allá de las fronteras europeas ha permitido a las empresas vascas de la automoción disparar sus ventas en 2022 un 22% alcanzando los 22.423 millones. Las cifras suponen la ... vuelta del sector al escenario previo a la pandemia.
Los datos han sido presentados este jueves por la presidenta del clúster de empresas del sector en Euskadi, Inés Anitua, en una jornada que acoge el AIC (Automotive Intelligence Center) de la localidad vizcaína de Boroa. Anitua ha explicado esta subida, una de las más abultadas de la serie histórica, por esa diversificación de mercados y productos, así como por un alza en los costes de las materias primas que se ha repercutido en parte en el coste final de los productos. Y es que si bien mercados como el europeo acusan freno en la fabricación de vehículos, otros como India, Brasil o Turquía han experimentado crecimientos récord.
El resultado del sector, que no recoge el impacto específico de la planta de Mercedes en Vitoria, recoge el resultado de 740 plantas productivas que tienen las empresas vascas dando empleo a 120.000 personas en 32 países, de las que 38.414 trabajan en Euskadi. Las cifras tienen importancia ya que la fabricación de vehículos en el mundo, con 82 millones de unidades, sigue lejos de alcanzar los 90 millones de 2019. Solamente en España la diferencia se fabricaron 2,2 millones de coches, 800.000 menos que antes de la pandemia. Por ello, la presidenta del clúster, ha alertado de la necesidad de «ser prudentes dada la situación de inestabilidad y complejidad del mercado» que le ha llevado a rebajar las expectativas para este 2023 con un crecimiento tan solo del 6,1%.
A las incertidumbres económicas y de costes energéticos se añade el intenso debate que vive el sector sobre el coche eléctrico. El veto a la venta de vehículos de combustión en 2035 aprobado por el Parlamento Europeo despertó el rechazo de países como Alemania e Italia que han forzado una reformulación de Bruselas que plantea permitir los vehículos que utilicen combustible sintético.
La consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, ha aplaudido el cambio de criterio y ha señalado que la prohibición del coche de combustión tal y como estaba planteada suponía «una manera de poner en solfa la sostenibilidad industrial de Europa», además, de un «tensionar al sector y generar un nerviosismo poco favorable para la automoción».
En este sentido, la responsable de la cartera de industria del Gabinete Urkullu ha recordado que «para llegar a ser sostenibles y descarbonizados en 2050, lo que necesitamos es llegar vivos. De nada sirve lograr el reto, si es a costa de hundir a la industria». La apuesta por los combustibles sintéticos, neutros en emisiones y compatibles con los actuales motores, es una de las líneas de acción del Ejecutivo vasco que comparte inversión con Petronor y Aramco para construir la primera planta española de este tipo.
Con respecto a las ventas, el 74,8% va a los constructores de vehículos y el 17,5% a los proveedores de primer nivel, quedando el 7,7% para recambio. Según la tipología de vehículos, el 87,6% son pasajeros, el 9% son comerciales o industriales, el 2,6% son autocares y el 0,8% son motocicletas.
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