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El próximo viernes, 30 de julio, marcará un nuevo hito en la historia de la compañía vasca de telecomunicaciones Euskaltel, ya que esa es la fecha fijada para poner punto final a la OPA lanzada por MásMóvil para hacerse con el control de la compañía. ... Fuentes del mercado financiero apuntan a una aceptación masiva por parte de los actuales accionistas -MásMóvil aspira al menos a controlar el 75% del capital-, lo que significará la estación término a 25 años como operadora independiente. Lo que nació como un compromiso político entre el PNV y el primer Gobierno de José María Aznar -los votos nacionalistas a su investidura le otorgaron la licencia de operador-, termina de la mano de una operación corporativa.
MásMóvil ha ofrecido 11 euros por cada título de Euskaltel -inicialmente propuso 11,7, pero se ha descontado el dividendo pagado a los accionistas en este periodo-, lo que supone valorar la operadora vasca en casi 2.000 millones de euros. Ya desde el momento de presentación de la oferta, MásMóvil se garantizó el éxito de la operación. Y ello porque tiene acuerdos firmes con los tres principales accionistas de Euskaltel: el fondo británico Zegona, Kutxabank y la Corporación Alba. Estos tres socios representan el 52,3% de Euskaltel, lo que ya desde el primer momento supuso un fuerte espaldarazo a la operación.
La suma de MásMóvil junto a Euskaltel dará lugar a un grupo con cerca de 14 millones de líneas en uso, con unos ingresos anuales de 2.700 millones de euros y algo más de 1.500 empleados. MásMóvil ha asumido varios compromisos para los próximos cinco años. Entre ellos el de mantener la sede social de la compañía en el País Vasco así como su centro operativo, y no reducir la plantilla durante ese periodo. Pese a ello, se da como seguro que será la alta dirección de MásMóvil, desde su cuartel general de Madrid, quien asumirá la dirección estratégica de la operadora vasca. Entre los compromisos también figura el de conservar las marcas comerciales Euskaltel, R y Telecable. Algunas manifestaciones realizadas recientemente por el consejero delegado de MásMóvil, Meinrad Spenger, han puesto en tela de juicio la posibilidad de que el grupo conserve la marca Virgin Telco, con la que Euskaltel había afrontado su proceso de expansión nacional a mediados del pasado año. La compañía, sin embargo, es experta en gestionar una actuación comercial multimarca, ya que en la actualidad mantiene en el mercado, además de la enseña que da nombre a la firma, otras como Yoigo, Pepephone, Llamaya, Lebara, Lycamobile y Hits Mobile. Para el País Vasco y Navarra ya han anticipado también que van a mantener otra oferta con la marca Guuk, que lanzaron en 2020 precisamente para competir con Euskaltel.
En torno al futuro hay bastantes incógnitas. Se da como seguro que habrá cambios en el consejo de administración, ya que es lógica la salida inmediata de los vocales que representan a los tres accionistas principales. MásMóvil no desvelará hasta ese momento cómo quedará el equipo directivo de Euskaltel. Los futuros nuevos propietarios de la empresa ya han anunciado también su deseo de iniciar los trámites para excluir a la compañía de Bolsa, algo que se produciría previsiblemente antes de que finalice el año.
Por otra parte, Euskaltel presentará hoy los resultados del segundo trimestre del año. La compañía, que factura cada año una cifra cercana a los 700 millones de euros, cerró los tres primeros meses de este ejercicio con una cuenta de resultados deslucida y unas pérdidas de dos millones de euros.
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