Euskadi se desmarca de la histórica rebaja del paro en España y sufre el mayor repunte

El incremento del paro vino acompañado de una fuerte destrucción de empleo, con un descenso de 11.810 afiliados hasta dejar el total en 953.121. Se trata de una caída del 1,2%, en línea con la de años anteriores, pero que también se compara mal con la media nacional, donde se limitó al 0,6%. Como suele ocurrir siempre en agosto, educación fue el área más castigada por las bajas para no pagar vacaciones. En Euskadi sufrió también la industria, mientras que la hostelería, aún muy lastrada por las restricciones, repuntó mucho menos que la media nacional, donde se notó un empuje fuera de lo normal. En el País Vasco la campaña estival no tiene tanta fuerza y acaba antes, a lo que se ha sumado este año el mal tiempo, aparte de las restricciones.

El departamento de Empleo del Gobierno vasco, liderado por Idoia Mendia, que se encargó de hacer la valoración, enmarcó este peor comportamiento en agosto «en la diferente estructura económica de Euskadi, más ligada a la industria y por tanto con unos ciclos muy distintos». De hecho, las comunidades que lideraron la caída del paro en el mes fueron Canarias y Baleares, muy vinculadas al turismo.

La vicelehendakari destacó, no obstante, el positivo balance respecto a agosto de 2020, que fue cuando se alcanzó el pico del paro durante la crisis del Covid. Entonces se llegó a los 146.450 desempleados, lo que suponía un aumento de más de 29.000 respecto a febrero, antes de que estallase la pandemia. A partir de ahí se registró una fuerte recuperación, con una reducción de 24.000 parados en un año. «Se ha recuperado el 83% de lo perdido, aunque aún hay 5.000 parados más», señaló Mendia, para luego recordar que la rápida remontada se ha logrado con la inversión pública en mecanismos como los ERTE y los acuerdos del diálogo social.

Esa rebaja del paro en 24.000 personas en el último año sí coloca a Euskadi en buena posición, ya que el recorte del 16,5% supera el de la media nacional. No ocurre lo mismo en la afiliación a la Seguridad Social, donde el País Vasco va rezagada. En los últimos doce meses el número de cotizantes ha crecido en 14.536, lo que en términos relativos supone un incremento del 1,5%, muy por debajo del 3,6% alcanzado por el conjunto de España.

No hay que olvidar, además, que aún quedan 10.452 trabajadores vascos en ERTE, una cifra que ha caído de forma drástica desde los más de 188.000 que se llegaron a alcanzar, pero que ahora se reduce a un ritmo muy lento.

Pese a que la mejora es evidente, los 56.758 contratos firmados en agosto aún están por debajo del nivel prepandemia. Además, sólo el 6,92% tuvo carácter indefinido, lo que es un claro reflejo de que la recuperación se esta realizando con alta temporalidad, según denunciaron los sindicatos. ELA y LAB llamaron a la movilización frente a la precariedad mientras que CC OO instó a acometer la reforma laboral y UGT pidió que se suba el IPREM además del Salario Mínimo Interprofesional.

Confebask, por su parte, hizo una lectura más tranquilizadora al recordar que siempre hay un retroceso en el mes de agosto. «No se rompe la tendencia de recuperación», aseguró Pablo Martín, su responsable de Economía.